La empresa de Oscar Andreani dio un formidable golpe de marketing. Dicen que es «donación» pero las provincias temen afrontar pagos.
Oscar Andreani cerró el año a lo grande: Se quedó con la distribución de la vacuna Sputink V en el interior del país. La pandemia fue devastadora para la mayoría de los negocios, menos los correos, socios en los hechos del otro gran ganador de la pandemia: los sitios de venta online.
Andreani, que este año se quedó con el gusto amargo de no poder abrir su galería de arte de La Boca, suma así uno de los negocios más importantes que esperan al sector en el 2021. Millones de dosis -son dos por persona- que deberán transportarse en condiciones muy costosas por las bajas temperaturas que exigen las vacunas. Por ejemplo, los super frezeer que requieren vacunas como las de Pfizer, cuestan unos 15 mil dólares.
Andreani se apresuró este jueves a celebrar el contrato que adjudicó a su «liderazgo» en soluciones logísticas para el sector de la Salud. Y proclamó que sus servicios «serán donados». Más allá de la letra chica de esa «donación», lo cierto es que la distribución de la primer vacuna contra el Coronavirus que llega a la Argentina ya representó para la marca Andreani un formidable negocio de marketing. La transmisión en vivo en todas las señales del desplazamiento de sus camiones ploteados de un rojo furioso, transportando la vacuna más esperada de la historia, tiene un valor reputacional incalculable.
Una fuente al tanto de las negociaciones reveló a LPO que el costo total del transporte por dosis ronda los seis dólares, tomando la cotización oficial. Si se toma como base las veinte millones de dosis que Alberto Fernández prometió que se repartirán de acá a fines de marzo, se trata de un negocio de unos 120 millones de dólares. Una enormidad en la Argentina pesificada.
Por supuesto que habrá que ver que parte absorbe el Correo Argentino y algún otro operador del mercado. Pero aún así, Andreani ya quedó posicionado en el negocio y por lo visto tiene muy buenos contactos, acaso por su trabajo previo con Salud en la distribución de vacunas contra la gripe. No así su competidor norteamericano DHL, cuyos costos fueron unas de las razones que adujo el gobierno argentino para no cerrar con la vacuna Pfizer, que ya empezó a inocularse en México y Chile.
Voceros del Ministerio de Salud confirmaron a LPO que Andreani «donó» los costos de distribución de la vacuna rusa, que ya este jueves empezó a almacenar en su planta de Avellaneda, para desde ahí distribuir en el interior del país. Sin embargo, varias provincias contactadas por este medio fueron notificadas que deberán afrontar el pago del transporte. Es posible que Andreani haya «donado» su margen de ganancia y de ahí que igual las provincias deban pagar los costos de transporte.
Como la distribución de la vacuna se enmarca en una situación de emergencia sanitaria, existen normas excepcionales para evitar las licitaciones. Una situación que se está repitiendo en la mayoría de compras asociadas a la pandemia. Acaso por eso Andreani se quedó con la distribución de la Sputnik sin pasar por una licitación.
En la provincia de Buenos Aires, el reparto de la vacuna quedó a cargo del estatizado Correo Argentino. Allí se despliega el operativo logístico más importante, con más de cien mil dosis a repartir, sólo de este primer envío.