La presidenta de la Comisión Europea pone trabas a la vacuna rusa para evitar un desgaste político, pero la canciller alemana suma apoyos de otros Estados para desbloquear su distribución.
La Sputnik V provocó un choque de trenes entre las dos alemanas que gobiernan Europa: Ursula von der Leyen y Angela Merkel. La presidenta de la Comisión Europea se resiste a dar luz verde a la vacuna rusa, mientras que la canciller ya ha dicho que la patente procedente de Moscú sería «bienvenida». Todo un cruce de declaraciones que esconde un enfrentamiento que va a más.
Así lo afirman a LPO altos cargos de la diplomacia española, conocedores de las tensiones existentes entre las dos lideresas. Merkel, afirman estas fuentes, quiere inmunizar cuanto antes a la población alemana y europea, y no entiende las reticencias de su compatriota Von der Leyen a aprobar la Sputnik o, incluso, la china Sinopharm.
En ese sentido, la jefa de Gobierno de Alemania señaló que habló con Vladimir Putin sobre la autorización de la Agencia Europea del Medicamento a su vacuna y, además, ha destacado, en referencia a la patente china, que en un país como Serbia, que la administra, «está funcionando muy rápido».
Su discurso choca frontalmente con el de Von der Leyen y toda la Comisión Europea. Desde el órgano de gobierno de la UE deslizan que «la vacuna rusa debe tener capacidad de producción en Europa, tal y como se reclama al resto de fabricantes». Un requisito, añaden, que Moscú aún no ha cumplido.
Ante esas reticencias por parte de la presidenta de la Comisión, Merkel ya ha dejado claro a Putin que permitiría la producción de la Sputnik en Alemania. De hecho, tal y como ha revelado el diario alemán Die Welt, Rusia ya ha contactado con la empresa farmacéutica alemana IDT Biologika, ubicada en Sajonia-Anhalt para producir la Sputnik V, en sus instalaciones.
Merkel, por tanto, está dando pasos decisivos para llegar a un acuerdo con Rusia que deje sin margen de maniobra a Von der Leyen. La presidenta de la Comisión, que está en ese puesto impulsada precisamente por la canciller alemana, empieza a quedarse sola en su oposición a la Sputnik.
Las fuentes de la diplomacia española consultadas por este diario explican que Von der Leyen rechaza la vacuna rusa porque «supone admitir su fracaso en el plan de vacunación con las actuales fábricas». Un desgaste político al que habría que sumarle, además, un importante cambio de discurso, y de postura respecto a Rusia.
Cabe recordar, en ese sentido, que desde la Comisión se lleva meses rechazando la vacuna rusa, en un contexto de tensiones con Moscú. A día de hoy, de hecho, las relaciones diplomáticas pasan por un momento más que delicado, por la defensa europea a los disidentes rusos.
Este jueves, de hecho, el Alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, el español Josep Borrell, viajó a Rusia en plena polémica por el encarcelamiento por parte del Kremlin del opositor Alexéi Navalni: «Viajo hoy a Moscú en un contexto difícil. La UE condenó inmediatamente la detención de Navalni a su regreso a Rusia el 17 de enero, así como su condena del 2 de febrero», afirmó el jefe de la diplomacia europea.
Ursula Von der Leyen, mientras tanto, ha decidido rebajar el tono frente a Rusia e, incluso, empezar a reconocer que Europa tiene un problema con las vacunas. En declaraciones de este mismo jueves, ha afirmado que «con las vacunas, subestimamos las complicaciones de fabricación».
Las fuentes consultadas por LPO anticipan que la presidenta de la Comisión Europea deberá tener cintura ante la realidad existente en Europa con las vacunas y la oportunidad que se abre con la vacuna rusa. Sobre todo, porque después de las palabras de Merkel muchos otros mandatarios europeos se sumarán a la reclamación de contar con la Sputnik V.
Tal y como también se ha informado en este diario, Pedro Sánchez está dispuesto a respaldar las tesis de la canciller alemana y de Macron, que también ha apostado por la producción de la vacuna rusa. La última palabra la tiene la Agenda Europea del Medicamento, pero lo cierto es que los Estados miembros de la UE ya están empezando a mover ficha.
El que ya se ha adelantado es Viktor Orban, que ha autorizado la distribución de la Sputnik en Hungría sin esperarse al visto bueno de la EMA. Las fuentes consultadas descartan movimientos de ese tipo en países como Alemania, Francia o España, que han apostado desde el principio por una «estrategia común» que quieren mantener hasta el fin de la pandemia.