Poco más de medio centenar de familias del Barrio Evita hace más de treinta años que no pueden escriturar sus viviendas «por la burocracia» y «cuestiones políticas» en Eduardo Castex. «Es una vergüenza que no podamos tener los papeles de nuestras casas, cuando sabemos que está disponible desde 2019 para podamos escriturar. No podemos hacer nada en las casas, porque hoy no son nuestras y hay un caso de ocupación que nos abrió los ojos», relataron los vecinos.
Esta barriada se fue conformando en la década del 90 durante las administraciones del ex intendente fallecido Livio Curto, y se fueron instalando familias de bajos recursos económicos. La situación de los vecinos se complejizó con las inundaciones de 2001, porque afectó a varios inmuebles del barrio de emergencia ubicado en la zona sur de esta localidad.
El gobierno provincial realizó, durante la última administración de Rubén Marín, la reconstrucción de las casas, dejando totalmente habitables los inmuebles. Y seguidamente se llevaron adelante algunas obras complementarias para impedir los anegamientos e inundaciones de los terrenos.
Pero, había una situación de «conflicto de intereses» entre el Instituto Provincial Autárquico de Viviendas (IPAV) y la comuna, porque un organismo tenía la propiedad de los terrenos y el otro la posesión de las viviendas. El ex diputado provincial y funcionario municipal Oscar «Piquin» Rubiano, fallecido trágicamente en un accidente en cercanías de Santa Rosa, empezó a normalizar la situación legal. Y después continuó el funcionario Juan Carlos Peirone, que finalmente cumplimentó toda la documentación.
El IPAV en 2019 cedió toda la documentación y la comuna local pudo inscribir para su patrimonio los terrenos en el Registro de la Propiedad Inmueble. Incluso se realizaron los estudios sociales a las familias. Y se elevó un proyecto al Concejo Deliberante para algunas familias comiencen a escriturar, pero la ordenanza no se habría tratado inicialmente porque desde la bancada del ex Frepam pretendían asumir en la gestión para realizar nuevos estudios sociales; y los concejales que asumieron -en este período gubernamental- no tendrían conocimiento del proyecto de ordenanza, por lo cual no tuvo tratamiento legislativo. Y las familias continúan esperando.
RAZONES POLÍTICAS
«La realidad es que esas casas no se escrituraron por razones políticas, porque los concejales tenían toda la documentación. Pero, en ese momento el Frepam quiso postergar el tratamiento y ahora no se hizo nada. Se está postergando algo en forma inexplicable. Esa gente hace más de 30 años que viven en esas casas. En el municipio está toda la documentación para escriturar. Es algo que ya se tendría que haber hecho», aseguró un ex funcionario municipal que tiene pleno conocimiento de este tema.
«NO PODEMOS HACER NADA»
Vecinos de la barriada se contactaron con este diario digital para transmitir su enojo por estas demoradas que ya llevan más de tres décadas, donde se alternaron gobiernos radicales y peronistas en el sillón de la calle Padre Durando.
«Hoy no podemos acceder a un crédito Rucalhué o no podemos sacar un crédito hipotecario si queremos hacer una mejora o ampliación. No tenemos la propiedad de las casas. Y eso genera mucha incertidumbre y bronca», aseguró una mujer.
Otra vecina relató una situación familiar. «Mira, tenía una familiar internada en General Pico y mi hijo se tenía que ir a trabajar al campo, y no viajé porque no podemos dejar la casa sola. Si alguien te la ocupa, no lo sacas más, porque hoy las casas no son nuestras y nunca sabes que decisión va a tomar la Justicia», explicó.