viernes 29, noviembre, 2024, Eduardo Castex, La Pampa

El caso de M. mostró la ausencia de políticas públicas para la niñez en situación de calle en CABA (*)

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La investigadora del Conicet Valeria Llobet manifestó que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) «no hay políticas de protección a las familias más vulnerables» y que el Gobierno de Larreta debe «rever los recortes de subsidios de emergencia habitacional» implementados en estos últimos años.





La ausencia de políticas públicas para niñas y niños en situación de calle y sus familias, fue una de las alertas que activó esta semana una nena de sólo siete años, que desapareció durante tres días y fue encontrada con vida, mostrando la extrema vulnerabilidad de estas personas, acentuada en contexto de pandemia y sin respuestas sostenidas por parte del Estado, analizó en una entrevista con Télam, Valeria Llobet, doctora en psicología, investigadora del Conicet y autora del libro ¿Fábricas de niños?

El diálogo con la profesional, especializada en políticas sociales y de protección para niñas, niños y jóvenes con perspectiva de género, que se desempeña como investigadora del Conicet en la Universidad de San Martín (Unsam), se centró en poner en contexto una realidad que mantuvo en vilo a la sociedad argentina por la cobertura mediática: hay niñas viviendo en las calles de la capital del país.

Esas niñas, y muchos niños, son visibles -o invisibles- a los ojos de quienes transitan las calles y barrios porteños.

Pero cuando un hombre se llevó a M. la visibilidad fue absoluta gracias, primero, a la movilización de los vecinos del barrio porteño de Villa Lugano, donde la niña vivía en las calles con su mamá, luego por los medios y el despliegue policial que permitió encontrarla.

-Télam: ¿Qué aprendizajes nos deja esta situación protagonizada por M. y su mamá?

-Valeria Llobet: Que no hay políticas de protección a las familias más vulnerables. Ella estaba en la calle con su mamá. Es diferente a la situación que vemos en general de niñas y niños en situación de calle. M. es una niña con su mamá. No hay políticas de cuidado ni apoyos estatales sostenidos. Es la situación de la mayoría de las familias que viven del cartoneo, del reciclado, de pedir monedas en la calle, y además es una situación que empeoró en la pandemia.

-T: ¿Cuánto empeoró?

-Ll: Es una situación crítica que hay que atender. Las situaciones de estas familias son una olla a presión; es una de las aristas que deja al descubierto lo que ocurrió con M. El Gobierno de la Ciudad tiene que revisar sus políticas, y a nivel nacional, reactivar la IFE (Ingreso Familiar de Emergencia).

-T: ¿Qué políticas tiene que modificar la administración de Horacio Rodríguez Larreta?

-Ll: Rever los recortes de los subsidios de emergencia habitacional. Las familias tienen que estar en la calle para, recién ahí, empezar la gestión, y, aun así, no es nada sencillo. (Desde el gobierno porteño) dificultaron la burocracia porque recortaron el presupuesto del programa destinado a personas en situación de calle. Y el desfinanciamiento y los ataques a lugares, como el (Centro Educativo) Isauro Arancibia, son un golpe tremendo. (NdR: la entrevistada se refiere al ataque y robo en las instalaciones del CEIA, ocurridos en la sede del bajo porteño en julio de 2016).

-T: El ‘Isauro’ es el único proyecto de contención desde la educación, algo esencial para niñas y niñas en la calle.

-Ll: Hay una estructura de cuidado, de apoyo que está ausente. En todo el país solo el 4 por ciento de las niñas y niños menores de 5 años de sectores populares accede a educación inicial, lo que no es meramente una política de ingreso temprano a la escuela. Es, como vimos en pandemia, una política de apoyo al cuidado familiar. Y es mucho más necesaria en familias de sectores populares y, en muchos casos las mas vulnerables, como la mamá de M. Si estos niños y niñas tuvieran acceso a escuelas de jornada completa permitiría un mayor apoyo al acceso a la gestión de ingresos con el cartoneo, el acceso a la salud, y por lo menos tener tres comidas diarias. Esa ausencia de jornada completa en la educación impacta muchísimo en estas familias, en un contexto de restricción de ingresos al cuidado de manera sistemática.

-T: La falta de apoyo a quienes cuidan de la niñez fue una de las grandes deficiencias que mostró el contexto de pandemia, y creo que nunca pensado para quienes viven en situación de calle.

-Ll: Hay que pensar esas políticas como políticas de cuidado, que apoyen a mujeres en mayor situación de vulnerabilidad para sostener la crianza de sus hijes de manera segura. Es un gran déficit que aparece claramente en la situación de M. y su mamá. La posibilidad de cuidar se construye a partir de una trama de soportes. No es que el cuidado materno es una disposición de la mamá a cuidar, se construye en la posibilidad de afrontar las dinámicas del cuidado con un montón de soportes, y cuando más debilitados están esos soportes y mayor es el grado de vulnerabilidad de esa persona, más difícil es cuidar.

T: En su libro ¿Fábrica de niños? usted analiza el rol de las instituciones en relación a los derechos de la niñez y cuenta que en los ’90 ya existían programas para situación de calle.

-Ll: Los Centro de Atención Integral para la Adolescencia y la Niñez (Caina) porteños existen desde la década de 1990. Pero, como todos los programas de la Ciudad de Buenos Aires, está desfinanciado, debilitado. Casas del Niño, Niña y Adolescente son espacios que están en cercanía de las villas, pero sin suficiente personal y no están adecuados a la situación de niñas y niños en situación de calle. La situación hoy es distinta a la de la década de los ’90, porque están expuestos a mayores vulneraciones y violencias.

«La madre sospechosa»

Llobet señaló al respecto: «Las familias, y en particular las madres pobres, son consideradas sospechosas de la exposición de sus hijes a situaciones de inseguridad y es algo que debe revertirse para garantizar un acceso, mas o menos, igualitario a la justicia».

«Hay que adecuar los protocolos de actuación policial por el aumento de violencia a niñas y niños que vimos en pandemia -agregó-. Falta formación en derechos de niñas, niños y adolescentes y en género, y eso se notó en quienes tomaron la denuncia por su desaparición», afirmó.

M. desapareció el último lunes 15, y a pesar de que la familia hizo la denuncia policial, la búsqueda se activó cuando los vecinos protestaron cortando la autopista Dellepiane.

«Hay una mirada despreciativa hacia las madres solas con sus criaturas y faltan respuestas adecuadas a sus situaciones», concluyó la investigadora.

(*) Por Silvina Molina (Télam)

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