Brasil no tuvo madrugada este lunes para ver alumbrar a una de sus leyendas del deporte en Tokio 2020, Rayssa Leal, de 13 años, la brasileña más joven en subir a un podio, al conquistar la plata en skate street, un deporte que llegó a estar prohibido en ciudades como San Pablo pero que se transformó en una verdadera pasión nacional.
El «hada» del skate, como es conocida por sus conquistas en torneos nacionales e internacionales de la modalidad incorporada este año por el Comité Olímpico, ha roto las barreras etarias y de género, ya que, escuchó en la escuela, en la familia y en los medios que era un deporte para varones o que era muy niña para practicarlo.
«Estamos probando que el skate no es apenas para los nenes», dijo a la televisión tras vencer la plata, en un podio que marca un hito etario en la historia olímpica: primera quedó la japonesa Momiji Nishiya, también de 13 años, cinco meses más grandes que la brasileña, y con el bronce otra nipona, Funa Nakayama, de 16.
Leal es oriunda de Imperatriz, Maranhao, la región más pobre de Brasil y su victoria también reivindica la práctica del skate en el país.
Este deporte fue criminalizado en los años ochenta y prohibido en esa época en San Pablo, donde surgió localmente, ya que sus practicantes no terminaban en un podio con medalla, sino tratados como marginales, detenidos en las comisarías.
Fueron los skaters y jóvenes en general que empujaron el reverdecer democrático, la elección de Luiza Erundina como alcaldesa, del Partido de los Trabajadores, quien liberó la práctica del skate y dedicó recursos para espacios de ocio y deporte en la ciudad donde el verde lucha día a día contra el concreto, la más poblada de Sudamérica.
Leal mantuvo al país en vilo en la madrugada: ella misma, subcampeona mundial en 2019, eliminó a sus ídolas, las brasileñas Leticia Bufoni y Pamela Rosa.
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La carrera de Leal, de 1,45 de altura y 35 kilos, quedó marcada por un video cuando tenía apenas 7 años. Ella estaba disfrazada de hada y andaba en skate por su barrio, saltando obstáculos y cayéndose, acompañada por su mamá, también presente en la capital japonesa.
Todo Brasil vibró en la madrugada de este lunes con el skate frente a las pantallas por algo que ocurría del otro lado del mundo, como ocurrió con el campeonato mundial Corea Japón 2002, vencido por la magia de Ronaldo, Rivaldo y compañía.
En San Pablo, donde todo comenzó a los golpes para el skate, desde las ventanas de los edificios se festejaba a los gritos, como si el skate fuera fútbol en el país del fútbol. Rayssa Leal, el hada de 13 años, ganaba otro mundial.