Nada más machirulo que pretender descalificar a mujeres con alta exposición pública al vincularlas a una fake news con eje en su sexualidad. En los últimos días se difundieron varios nombres de mujeres que fueron a la Quinta de Olivos, por distintas razones durante el 2020, cuando regía el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio. A todas ellas se las vinculó con visitas “sexuales”.
Florencia Peña, una de las más hostigadas en los últimos días en Twitter, contó que le había pedido una audiencia al presidente Alberto Fernández para expresarle su preocupación por la situación por la que atravesaban actores y actrices, sin trabajo, durante la pandemia. Incluso, mostró los intercambios de mensajes de WhatsApp con el mandatario donde le planteaba el tema.
En el programa de TN “Solo una vuelta más”, que conduce Diego Sehinkman, el diputado del PRO Fernando Iglesias habló de “escándalo sexual”. Y se encargó de replicar ese concepto en su cuenta de Twitter. Una cosa es disentir y confrontar opiniones, con argumentos. Otra, atacar con agresiones verbales, con comentarios mal intencionados, con basura. Uno tira la piedra, rompe el vidrio y por ese agujero, otros y otras, aprovechan para descargar su enojo o su odio, sobre el blanco de turno. El anonimato favorece esa artillería pesada. Así se arma una bola de nieve putrefacta. El ejército de trolls hace su trabajo sucio.
Un escándalo, en todo caso, son las visitas que ocultó la gestión de Macri de jueces y fiscales a Olivos y la Casa Rosada, que investiga la justicia.
“¿Por qué conmigo? Si estuvieron tantos hombres importantes pidiendo lo mismo. Tantos productores importantes, tantos hombres importantes ¿Tengo que salir a aclarar que no soy el gato del Presidente? ¿Yo tengo hoy que salir a aclarar en mi programa que no soy la petera del Presidente? Fui a una reunión a las 11.30 con permiso, con protocolos”, dijo Flor Peña este lunes en su programa de Telefé.
Si la crítica o el enojo son porque en ese momento la orden del Gobierno era no salir de casa, que se discuta eso. Pero, ¿cuántos varones tuvieron que salir a dar explicaciones por los motivos de sus visitas a Olivos? ¿A cuántos se los expuso de la misma manera? ¿Por qué solo en relación a visitas que hicieron mujeres, cualquiera haya sido el motivo? No se puede decir cualquier cosa.
El diputado Iglesias debería recibir el repudio de todo el arco político, de sus compañeras de bancada, de la exgobernadora María Eugenia Vidal, en cuya lista Iglesias va en el cuarto lugar en las próximas PASO pero sobre todo de los legisladores varones: rompan el pacto de caballeros y cuestionen también ustedes los comentarios misóginos.
El ataque a Flor Peña, claro, es contra ella –a ella le duele, la afecta emocionalmente– pero tiene como destinatario a Alberto Fernández, el objetivo es socavar la imagen presidencial en un año electoral. Cuando escasean los argumentos para el debate político, se quiere imponer como conversación esta cloaca misógina.
Es un clásico: a las mujeres se busca descalificarlas o humillarlas inventándoles amantes o exhibiendo en público su vida sexual ¿Qué tal un pacto entre las fuerzas políticas para que la campaña por las PASO se transite con más altura, con propuestas, con ideas políticas y sin violencia política de género? ¿Es muy ingenuo pedirlo?
(*) Por Mariana Carbajal (Página 12)