El Tribunal de Juicio subrogante, a pedido del defensor oficial Pablo De Biasi, realizó hoy una inspección ocular en el lugar donde encontraron las ropas y el cuerpo de María Guadalupe Puebla. Por lo tanto, los alegatos finales del juicio contra Roberto Fabián Lescano, por el homicidio doblemente calificado, por haber sido cometido criminis causa y femicidio, pasaron para el miércoles 27.
El quinto día del juicio oral comenzó con los últimos tres testigos. Por ello declararon frente a los jueces María Florencia Maza, Daniel Ralli y Carlos Ordas; un conocido de la familia Lescano, un vecino y la expareja de Walter Baigorria –novio de Puebla–, quien afirmó él estuvo con ella el domingo 17 y el lunes 18 de 2014 porque familiares suyos habían llegado desde fuera de la provincia. Y agregó que Baigorria le dijo que “no había hecho nada” cuando fue a visitarlo a la alcaidía.
Lescano, de 45 años y sordomudo, ya fue condenado a 12 años de prisión –que está cumpliendo– por abuso sexual mediando violencia física, agravado por haber existido acceso carnal, en perjuicio de Puebla (27 años); y ahora está siendo juzgado por el femicidio porque la absolución por ese delito no quedó firme.
Según la acusación del fiscal general Máximo Paulucci y de la fiscala Cecilia Molinari, la mujer murió entre la noche del viernes 15 y la madrugada del lunes 18 de 2014 por golpes que Lescano le dio en la cabeza con un ladrillo. Luego habría trasladado el cuerpo unos 400 metros hasta dejarlo semienterrado en un cuenco oculto con tierra, pastos y ramas.
Maza, como presidenta del tribunal y al regreso del cuarto intermedio para analizar el requerimiento de la defensa de Lescano –al que se opuso la fiscalía–, consideró “apropiado y necesario conocer donde fueron encontradas las prendas de la víctima, el cuerpo y la distancia entre ambos lugares, más allá de que haya cambiado el paisaje” en siete años.
Por ello, después del mediodía y por algo más de media hora, un grupo de 18 personas que estuvo compuesto por los jueces, los fiscales, el defensor, el padre de Puebla, su representante en el proceso (el defensor oficial Juan José Hermúa), policías y dos integrantes de la Agencia de Investigación Científica. Ellas fueron, justamente, quienes les indicaron a Maza los sitios donde se hallaron las prendas de la víctima y el cadáver.
Primero el grupo recorrió las calles Reconquista y Niñas de Ayohuma para identificar la vivienda donde vivía un hermano del imputado y una despensa donde expendían bebidas. Luego caminaron pocos metros por un sendero para observar dónde estaba la ropa –frente a esas dos calles– y posteriormente se trasladaron a campo traviesa en dirección oeste hasta el cuenco.
En ese trayecto Maza le hizo preguntas específicas a algunos policías y al personal de la AIC porque ellos participaron de la búsqueda de Puebla y de la investigación del femicidio y habían sido citado especialmente para que participaran de la inspección ocular.
Debido a esta diligencia imprevista, los alegatos que están fijados para hoy fueron postergados para el miércoles de la semana próxima a las 8.30 horas.