Un hombre fue condenado a seis meses de prisión por un caso de violencia de género, y como ya tenía dictada otra pena de ejecución condicional, el juez de control, Carlos René Ordas, le unificó ambas en una pena única de tres años de prisión de cumplimiento efectivo.
La resolución del conflicto penal llegó a través del procedimiento alternativo de juicio abreviado, tras un acuerdo presentado por la fiscala Verónica Silvana Ferrero, la defensora oficial María Antonella Marchisio y el propio imputado, un empleado rural de 24 años que admitió su culpabilidad. La madre de la víctima, al ser informada, dijo que estaba de acuerdo con la sanción.
Carlos Daniel Georgevich recibió los seis meses como autor de los delitos de amenazas simples en dos oportunidades y lesiones leves calificadas por la relación de pareja preexistente, todo en concurso material y en un contexto de violencia de género en el marco de la ley 26485 de Protección Integral a las Mujeres. A su vez, Ordas le revocó la sentencia condenatoria del 18 de febrero del año pasado, a tres años en suspenso, y le fijó la pena unificada de tres años efectivos.
En aquella ocasión, en otro abreviado, fue condenado en tres causas diferentes: robo calificado por ser en lugar poblado y en banda; lesiones leves calificadas por la relación de pareja preexistente (en perjuicio de una joven de 16 años), valorado en el marco de la ley 26485; y lesiones leves y amenazas con arma en concurso real (en perjuicio de un hombre y una mujer).
En esta causa se probó que el 26 de junio pasado, cuando una expareja de Georgevich ingresó a su casa, él la estaba esperando “en estado de ebriedad” y que, sin motivos, inició una discusión. Después se acostó hasta el día siguiente y, cuando se levantó, empezó “a golpear los muebles, tirando un cuchillo y un vaso de vidrio que impactaron en la puerta de ingreso; mientras le decía a la damnificada “seguí así, te voy a reventar la cabeza y cagar a puñaladas’. La mujer salió corriendo y avisó de lo que pasaba en la Seccional Segunda de Santa Rosa.
En el otro legajo se acreditó que el agresor volvió a esperar a la víctima en su departamento, cuatro días más tarde, y que en esas circunstancias la tomó de los pelos y le manifestó: “te voy a matar y me voy a matar, voy a agarrar una tijera y te voy a cortar el pelo o te voy a desfigurar el rostro así no estas con nadie, o capaz que cobre una platita (sic) y me compre un fierro”.
Georgevich continuó hostigándola “por unas horas” y, cuando la mujer fue a acostarse, aquel la tomó del cuello y la empujó contra el piso. En ese momento, el atacante le indicó que buscaría una tijera y la víctima aprovechó para huir. Él la siguió por la vía pública mientras le decía “vení, mi amor”, pero al pasar un remís, ella se subió al vehículo y fue otra vez a la comisaría.
Finalmente, el juez ordenó que la víctima sea informada si Georgevich –que permanece detenido– obtiene alguna beneficio de salidas transitorias, libertad condicional, prisión domiciliaria, etc. antes de que expire el total de la pena.