Al menos tres personas murieron, entre ellos un niño de seis años, baleados por un tirador que este domingo empezó a disparar un rifle a mansalva durante un festival de comida al aire libre en la localidad estadounidense de Gilroy, estado de California. La Policía confirmó que además hay quince heridos de distinta gravedad y que el tirador fue abatido.
El atacante, de acuerdo al relato de Julissa Contreras, una testigo, disparó “en todas las direcciones. No apuntaba a nadie en concreto. Sólo iba de izquierda a derecha y de derecha a izquierda”. Evenny Reyes, que también se encontraba en el Festival del Ajo este domingo, contó: “Estábamos yéndonos y vimos a un tipo con una bandana liada alrededor de la pierna porque había recibido un disparo. Y había gente en el suelo, llorando. Había un niño pequeño herido en el suelo. La gente tiraba mesas y cortaba vallas para salir». Aunque aún se desconoce el motivo del ataque, para el jefe de la Policía de Gilroy, Scott Smithee, los disparos fueron “al azar”. Según aseguró el oficial, los uniformados respondieron «en menos de un minuto» al ataque y lograron reducir al principal sospechoso rápidamente. Varios testigos afirmaron que podría haber una segunda persona implicada en el hecho, pero por el momento la Policía no pudo confirmar si efectivamente estuvo implicada y en ese caso cuál fue exactamente su papel y si iba armada.
«Sólo espero que haya justicia para mi nieto y atrapen a la otra persona» al parecer involucrada en el ataque, pidió Maribel Romero, abuela de Stephen, el niño muerto en el tiroteo en el Festival del Ajo de Gilroy. Su nieto, según informó Romero, murió cuando era trasladado al hospital.
El director del festival, Brian Bowe, dijo que era «terriblemente traumático» que el ataque se produjera en el tercer y último día del evento. «Nuestros 4.000 voluntarios locales trabajan duro y ver cómo el evento finaliza de esta manera es una de las cosas más trágicas y tristes que he tenido que presenciar», expresó Bowe. «Nos sentimos muy afectados por todos aquellos afectados, familiares, amigos, vecinos. Es una experiencia horrible», agregó.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que las fuerzas de seguridad estaban en «la escena de los disparos» e instó a la gente a tener cuidado y mantenerse a salvo.
El gobernador de California, en tanto, dijo que el incidente era «simple y llanamente horrible». «Esta noche California respalda a la comunidad de Gilroy. Mi oficina está siguiendo la situación de cerca», tuiteó Gavin Newsom. Gilroy es una localidad de unos 50.000 habitantes situada a unos 130 kilómetros al sur de San Francisco a la que se la llama «capital del ajo del mundo» por tratarse del mayor productor de ese vegetal de Estados Unidos. El Festival del Ajo, que se realiza cada año en Gilroy, recibe cerca de 100.000 personas durante los tres días que dura el evento e incluye bandas en vivo y competiciones de cocina.