El ministro de Economía, Martín Guzmán, adelantó este viernes que en este mes habrá «una reducción de la tasa de inflación» en noviembre, tanto interanual como frente a la de octubre, descartó una devaluación del peso y dijo que se buscará convertir el congelamiento de precios vigente hasta el 7 de enero en acuerdos con las empresas formadoras.
Guzmán, durante una entrevista en Radio Con Vos, detalló además que el año próximo comenzará a aplicarse una segmentación en las tarifas de los servicios públicos, «para focalizar los subsidios en quienes más lo precisan».
El titular del Palacio de Hacienda también destacó que el país necesita «más dólares provenientes de la exportación para tener capacidad de mantener la política cambiaria, con mayor estabilidad y menor depreciación” del peso, como parte de un proceso, “que lleva tiempo, aunque ya está ocurriendo».
La inflación de noviembre
La inflación en octubre alcanzó al 3,5%, similar a la de septiembre, a pesar de haberse congelado el precio de 1.432 productos de primera necesidad en los supermercados hasta el 7 de enero.
En los últimos 12 meses la inflación alcanzó al 52,1% y en los primeros diez meses del año al 41,8%.
Guzmán agregó que se debe resolver el problema de las deudas, «que ponen una carga en cuanto a la demanda de divisas, lo que implica más presiones inflacionarias», como también se deben atender los problemas del financiamiento público.
En ese marco, aseguró que en noviembre habrá «una reducción de la tasa de inflación» interanual e intermensual.
La negociación con el FMI
En ese marco aseguró que “quien conduce y negocia con el FMI es el Gobierno nacional” para renegociar la deuda de 45.000 millones de dólares que el país mantiene con ese organismo.
“Buscamos un acuerdo que tenga como base nuestra visión política. Nosotros buscamos enviar al Congreso (una propuesta) una vez que hayamos alcanzado un entendimiento con el staff del FMI”.
A todo eso se le suman los problemas internacionales: «lo que ocurrió este año era muy difícil de predecir, hubo una disrupción de las cadenas productivas que afectó la oferta de productos, y al mismo tiempo la pandemia cambió los patrones de consumo; esto puso gran presión en los precios en todo el mundo, con máximos de inflación en décadas».
El rol de los empresarios
El ministro destacó asimismo la importancia de «la coordinación de expectativas y las decisiones de formación de precios».
«Cuando se está agitando que va a haber una gran devaluación y un efecto inflacionario muy grande, y anticipadamente todo el mundo empieza a actualizar los márgenes de ganancia, entonces suben los precios. Eso da persistencia al proceso inflacionario», explicó.
En ese proceso, sostuvo el titular del Palacio de Hacienda, «los sindicatos respondieron en forma coordinada», mientras «entre los empresarios tuvimos más dificultad».
«Hay sectores que deciden no acompañar e inclusive manifestarse y llevar acciones en contra o hacen lobby, y el Estado no se puede quedar de brazos cruzados», advirtió.
En ese sentido, Guzmán manifestó: «buscamos un mayor acompañamiento, más constructivo, para que podamos complementar la política macroeconómica que estamos llevando a cabo, por acuerdos de precios consistentes, que anclen las expectativas».
El ministro recordó que Argentina “está limitada en sus instrumentos, cuando hubo acceso al crédito, se rifó, y la moneda quedó debilitada», mientras existen «necesidades enormes luego de tres años de recesión y pandemia en que el rol del Estado debió acrecentarse».
El estado de la macroeconomía
En este marco, anticipó que la economía crecerá este año más del 9%, luego de haber retrocedido el 9,9% en el 2020, el 2,9% en el 2019, y 2,1% en el 2018.
En medio de esta tensión entre deuda, inflación y crecimiento, Guzmán apuntó a que “hay corredores muy finos, el déficit fiscal que se puede financiar es bajo frente a las necesidades de mayor gasto y las restricciones de financiamiento son tales que tenemos que recurrir en buena medida a la emisión monetaria”.
Eso, «en una economía que ha llegado a este carácter bimonetario de facto, pone presiones sobre el tipo de cambio y genera inestabilidad».
El funcionario también precisó que la evolución del salario «le gana en 4 puntos a la inflación», aunque en un contexto muy heterogéneo, con un avance de 4,8% entre los empleados formales, por lo que «la distribución del ingreso es más equitativa que hace un año».
El ministro, finalmente, puso también de relieve que la economía está «mejor en el frente externo», ya que el Banco Central acumuló reservas este año por más de US$ 3.000 millones, las exportaciones crecen y son récord desde 2012-13, con un salto de más de 60% en valor y cantidades.