La feligresía del Santuario Diocesano instalado en Colonia San José contribuyó con la construcción del sitio, que en su interior reproduce la carpintería de José, donde el Santo con el niño Jesús, están representados en figuras vestidas y rodeadas de herramientas de carpintería.
El año 2021 fue dedicado por el Papa Francisco como el año de San José, a través de la Carta apostólica Patris Corde (con corazón de padre) donde se rinde homenaje al valor de su figura, a los 150 años desde que fuera declarado patrono de la Iglesia Universal, ya que fue un 8 de diciembre de 1870 cuando Pío IX le otorgó este título a través del Decreto Quemadmodum Deus, 16 años después de aprobar el dogma de la Inmaculada Concepción.
Con motivo de esta consagración, el 1° de diciembre se inauguró, en el predio perteneciente al Santuario Diocesano de la Colonia San José, cercano a Colonia Barón, la Carpintería de San José en un sencillo recinto de techo a dos aguas, con ladrillo a la vista y pintado de blanco por dentro.
La feligresía del Santuario, por iniciativa de María Ester Cortabarria, contribuyó con la construcción del sitio que en su interior reproduce la carpintería de José, donde el Santo con el niño Jesús, están representados en figuras vestidas y rodeadas de herramientas de carpintería. Cortabarría explicó que la imagen de la Virgen María será agregada «apenas podamos completar el conjunto”.
Estuvieron presentes la secretaria de Turismo, Adriana Romero, la intendenta de Colonia Barón, Sonia Luengo y la diputada provincial Lilia Caimari. Luego de la inauguración y de la visita de los presentes al recinto, se celebró una misa en los jardines del Santuario que contó con una nutrida concurrencia.
La carta apostólica Patris corde, destaca «la valentía creativa» de San José, aquella que surge sobre todo en las dificultades y que da lugar a recursos inesperados en el hombre. «El carpintero de Nazaret -explica el Papa- sabía transformar un problema en una oportunidad, anteponiendo siempre la confianza en la Providencia». Se enfrentaba a «los problemas concretos» de su familia, al igual que todas las demás familias del mundo, especialmente las de los migrantes.
