Cristian Ricardo Ros, un desocupado de 36 años, fue condenado hoy a un año de prisión en suspenso y dos años de inhabilitación para conducir todo tipo de vehículos con motor, por ser autor del delito de lesiones gravísimas culposas.
El conflicto penal se resolvió por la vía de un juicio abreviado convenido entre el fiscal Sebastián Mendiara, el defensor particular Silvio Fernández y el propio imputado. Cumplidos los actos formales de ese procedimiento, el juez de control, Carlos Ordas, dictó la sentencia, no pudiendo imponer –en estos casos– sanciones más severas a las requeridas por el Ministerio Público Fiscal. El damnificado, al ser informado del acuerdo, prestó su conformidad.
Con las pruebas reunidas en el legajo, se probó que el 31 de diciembre de 2018, Ros conducía un Renault Logan por la avenida Alfredo Palacios, en Eduardo Castex, y chocó contra un carro, que a su vez colisionó con una camioneta Toyota Hilux. Esta última embistió a un hombre, quien cayó al suelo y sufrió lesiones óseas en una pierna, que derivaron en su amputación.
El dueño de la Toyota fue clave con su testimonio, más allá del reconocimiento del acusado, ya que vio cuando la víctima quedó atrapada entre el carro y la camioneta y fue quien lo auxilió inmediatamente.
Ordas sostuvo en el fallo que “la negligencia en la actividad de manejo y el no respeto a las disposiciones de la Ley Nacional de Tránsito (artículo 39) fueron las causas eficientes del resultado lesivo”.
Las partes también convinieron que Ros deberá cumplir, durante dos años, con las siguientes reglas de conducta: fijar domicilio, del que no podrá ausentarse sin consentimiento judicial, y someterse al cuidado de la Unidad de Abordaje, Orientación y Supervisión de personas en conflicto con la ley penal, con la frecuencia que el organismo lo determine.