La dirigencia del Club Estudiantil no se pronunció institucionalmente sobre los incidentes que se produjeron el domingo en la zona de vestuarios del estadio Próspero Jañez, donde sus futbolistas agredieron a un cronista de La Arena y Radio DON en medio de la cobertura del clásico castense ante Racing Club, por los cuartos de final del Torneo Provincial de fútbol.
Las muestras de «solidaridad y repudio» provinieron individualmente de algunos dirigentes y simpatizantes del club hacia el periodista, pero las máximas autoridades de la entidad castense ayer ni siquiera tomaron contacto con el trabajador de prensa.
Solamente algunos colegas se solidarizaron con la situación del cronista, que el domingo fue empujado por el futbolista Gonzalo Arriola en la zona de vestuarios, donde otros futbolistas de Estudiantil le arrojaron agua, en una situación que no pasó a mayores porque otros integrantes del plantel intercedieron para que no golpeen al trabajador de prensa.
«Intentar ocultar y/o minimizar episodios de violencia por la simpatía que puede tener un trabajador de prensa por una u otra institución, contrasta con el discurso que se pregona desde las entidades deportivas», reflexionó ayer Marcelo Urtiaga, el periodista agredido.
«Avalar conductas inapropiadas de futbolistas de Primera División indudablemente no se constituye en un buen ejemplo para las divisiones inferiores», agregó el cronista, que desde hace más de 25 años trabaja en el fútbol pampeano.
«Y entre otros aspectos, refleja que el fútbol se sustenta en un hecho mercantilista, donde un jugador con ‘padrinos’ que aporten recursos económicos puede sobreponerse a casi 100 años de historia y generaciones de nobles dirigentes que trabajaron denodadamente y soñaron con una entidad ejemplar, que cobije a jóvenes y forje con buenos hábitos y costumbres a generaciones de castenses», amplió Urtiaga, al tiempo que se lamentó porque con el silencio oficial tras lo sucedido, de alguna manera se está avalando el accionar de los violentos. «Le estamos dejando las canchas a los violentos», señaló.
De oficio.
Tras la agresión, el periodista realizó el domingo la denuncia correspondiente en la comisaría departamental de Eduardo Castex, dejando constancia de la agresión, que no figura en el informe arbitral porque en el momento del incidente la terna encabezada por Martín Gubar aún estaba en el campo de juego. Ayer, la causa aún no había sido girada a la Fiscalía Adjunta de Eduardo Castex, que deberá continuar con el proceso.
Mientras tanto, el miércoles se reunirá el Tribunal de Disciplina del Ente Provincial, que podría actuar de oficio teniendo en cuenta la denuncia y que se trató de un hecho «grave» protagonizado por un futbolista que agrede a un periodista en medio del espectáculo.
En ese sentido, el Artículo Nº 5 del Reglamento de Transgresiones y Penas establece que «el Tribunal de Disciplina puede iniciar de oficio o en base a noticias o informaciones de cualquier medio de difusión, toda investigación e información sumaria, tendientes a reprimir infracción al Reglamento, mediante resolución fundada que se dictará al respecto, pero tal iniciación será obligatoria cuando se trate de hechos de gravedad o por denuncia fundada efectuada por la autoridad de aplicación».
Más allá de la responsabilidad del jugador, el club local, como responsable de brindar la seguridad, también tendría que dar explicaciones sobre lo sucedido con el trabajador de prensa, que como en la mayoría de las canchas de fútbol de La Pampa no contaba con las comodidades y seguridad mínimas para ejercer su oficio.