“No se puede aplicar una medida en la que no se cree”, dijo el presidente de la Cámara de Comercio de Eduardo Castex, Darío Pfeiffer. Y además se refirió críticamente a los Precios Esenciales lanzados por el Gobierno nacional porque “antes de acordar caballerosamente” las 16 empresas involucradas en la iniciativa oficial aumentaron los precios de los productos. El comerciante hizo así referencia a una nota aparecida ayer en La Arena, donde se indicaba que en góndolas pampeanas se advierten precios “menores” a los pactados como “Esenciales”.
Irónicamente al mencionar los precios cuidados se preguntó “por quién… los precios sobre 61 productos basados en 16 empresas ya vienen con aumento considerable con respecto a la semana pasada. Tienen un 15 a un 20% en el caso de la leche, que estaba a 25 pesos en Buenos Aires y está en la lista a 35 ó 38 pesos”, puntualizó.
-Antes de instalar los precios esenciales ya se remarcó.
-Claro, hicieron antes el aumento. Pero lo que hay que decir es que no se puede aplicar una medida sobre algo en lo que no se cree, es nada más que una pantalla. Si el propio presidente Macri toda su vida habló muy mal sobre precios cuidados, o relacionados. Ahora lo llaman un plan ‘alivio’, o plan ‘octubre’, y arreglan ‘caballerosamente’ con 16 empresas. El mismo Cabrales dijo que no creía en esto… y fue y se reunió con el presidente para ver qué hacían
-Ustedes en Castex han dicho que tienen precios más competitivos que los que se ponen en marcha el lunes.
-Sí, pero se pactó el aumento anticipado por los futuros seis meses, porque la inflación va a seguir. Este programa no sirve, no sirve para la pyme, no sirve para la industria, y no nos hace vender más. Estamos en una zona donde primero dependemos del cliente, en una región concentrada y chica, y el comerciante siempre cuida sus clientes: trata de tener precio-calidad en casos de mercaditos y autoservicios, y por eso tenemos precios mejores.
-Y está el tema de las primeras y segundas marcas.
-Sí, fijan precios para productos de tercera línea de la misma marca. Por ejemplo La Serenísima tiene a La Martona como la tercera marca, sino es la cuarta, porque estaba La Armonía que la sacaron y pusieron la otra pero más cara.
Nosotros tenemos una logística muy cara para La Pampa para trasladar la mercadería, un 10 ó 12% más cara para traerla, y además una distribución dentro de la provincia que es importante. No lo mismo tirar de una planta láctea a 90 kilómetros que recorrer toda La Pampa.
-¿Es un plan pensado para Capital Federal principalmente?
-Lo que hay que decir es que no hay información y es poco creíble, porque largan algo pero no es fijo, pero después dicen una cosa, y más tarde otra. Después dicen no, los supermercados del interior, salvo las grandes cadenas que garanticen llegar no van a entrar en el acuerdo. ¿Por qué no se incorporan las pymes?, hay que darles la oportunidad y que las grandes marcas compitan solas.
-La pregunta es dónde quedó la libertad de mercado.
-Dónde quedó… la verdad que los que nos están gobernando ahora son los paladines de la libertad de mercado de la boca para afuera. Pero parece que la libertad de mercado es que los grupos vengan, hagan su negocio y se vayan: no hay una ley de góndolas, se destruyó la Secretaría de Comercio cuando había personas que se dedicaban a controlar pero dentro de la fábrica, desde la cadena de valor. Acá se liberó totalmente, pero para algunos grupos.
-Nos decían que la competencia hace que los precios bajen.
-No existe eso si no interviene el Estado como ente regulador, porque está para ayudar o para controlar y que diga las cosas no son así. Si funciona como ente regulador no habría problemas, porque ante el mínimo problema de una empresa estaría el Estado para decir hacemos esto o lo otro; pero si el comerciante se pasa de vivo puede decir no, esto no es así.
-Ya ha pasado que hablen de competencia y los precios nunca bajan.
-Pasó con las telefónicas, y está el caso de la nafta. Decían si la dejábamos libre en el momento iban a subir, pero que bajaría con la libre competencia, pero nunca bajó. Pero además dolarizaron todo el sistema de compra, o sea que si no se aumenta por la inflación se aumenta por el dólar, y encima le siguen agregando impuestos.
-¿Y entonces?
-Es un combito perfecto para fundir cualquier empresa. Hay apertura indiscriminada de importaciones, un sistema financiero al que es imposible acceder, y mataron el consumo. Porque la gente no tiene dinero y se mató el consumo. Es una «triple Nelson» (referencia a una toma de catch de «Titanes en el ring» de la que era difícil zafar).
-Está todo complicado.
-Es que es imposible competir en estas condiciones, y encima ahora anunciaron la suspensión del aumento de la electricidad, pero en el que iba a venir que era el 4% para junio y el 4% para octubre pero no es para las empresas, no para la industria, que las dejaron afuera. Y encima tenemos el último aumento del 29-30 %.
Dolarizaron las tarifas y no hay más subsidios… aunque este costo se podría absorber. Pero en el caso de la tarifa teníamos en enero de 2016 un kilovatio de 0,98 y ahora estamos en 7,60 el kilovatio industrial. Es imposible subsistir con esa tarifa.
-¿Y qué cree que pasará?
-Alguien por estos días mostró góndolas vacías diciendo «mirá como está Venezuela», pero después aclara que es en un supermercado de Córdoba. Lo cierto es que quedaron al desnudo todas las mentiras, como todas las cosas que no iban a hacer y las terminaron haciendo. Siempre metieron miedo, pero fueron excusas. Estos programas neoliberales son así, primero hablaron de lluvia de inversiones, después vinieron las elecciones de medio término y dijeron que si no ganaban se destruía todo… pero ganaron y profundizaron los problemas. Las políticas económicas implementadas por Cambiemos son un combo perfecto para fundir a las pequeñas y medianas empresas. (Fuente: diario La Arena)