El juez de control, Néstor Daniel Ralli, condenó a Luciano Gabriel Pereyra a ocho meses de prisión de ejecución condicional, como autor material y penalmente responsable de los delitos de lesiones leves calificadas, lesiones leves, daño simple, atentado y resistencia a la autoridad.
En el legajo quedó probado que el 19 de noviembre del año pasado, al mediodía, el imputado agredió físicamente a una ex pareja, “tomándola del cabello y arrojándola al piso, pegándole puntapiés, arrastrándola desde el interior de la casa hasta el patio y provocándole lesiones en distintas partes del cuerpo”. Posteriormente, Pereyra lesionó a un policía, al propinarle un golpe de puño en su rostro.
La causa se resolvió a través de un acuerdo de juicio abreviado rubricado por el fiscal Cristian Casais, el defensor Rodrigo Adrián Villa y el propio agresor, un camionero de 37 años. La víctima, al ser notificada por el Ministerio Público Fiscal del acuerdo, dio su consentimiento, aunque pidió no asistir a ninguna audiencia.
Además el magistrado dispuso fijarle a Pereyra el cumplimiento de las siguientes pautas de conducta por un año, bajo apercibimiento de revocarle la condicionalidad de la pena: fijar domicilio, someterse al cuidado de la Unidad de Abordaje, Supervisión y Orientación para personas en conflicto con la ley penal, abstenerse de relacionarse de modo alguno con la damnificada ni acercarse a menos de 200 metros de su domicilio, y realizar un tratamiento psicológico.
CASO I: TRES AÑOS DE PRISIÓN CONDICIONAL
A su vez, el propio Ralli, en otro abreviado, condenó a Lucas Sebastián Slobodiañiuk a tres años de prisión de ejecución condicional, como autor material y penalmente responsable del delito de lesiones graves calificadas por la relación de pareja.
Con las pruebas reunidas durante la investigación fiscal preparatoria, En el legajo se acreditó que el 15 de septiembre del año pasado, a la madrugada, el imputado se encontraba junto a su pareja en un auto y, tras una discusión, la mujer abrió la puerta y él la empujó a la calle, provocándole lesiones en la rodilla izquierda y el codo derecho.
El conflicto penal se zanjó por la vía del abreviado convenido entre el fiscal Andrés Eduardo Torino, el defensor oficial Pablo De Biasi y el propio acusado, un empleado de 32 años que admitió la autoría del hecho. La víctima, al ser informada de ello, también dio su consentimiento.
Ralli le impuso a Slobodiañiuk el cumplimiento de reglas de conducta durante tres años: fijar residencia, someterse al contralor del Ente de Políticas Socializadoras, no acercarse personalmente a la damnificada y/o a su domicilio, abstenerse de relacionarse de modo alguno con ella y realizar un tratamiento psicológico.