Ricardo Gustavo Suarez, un herrero de 40 años, fue condenado hoy a ocho meses de prisión por ser autor de los delitos de amenazas simples, en concurso real con lesiones leves agravadas por la relación de pareja preexistente, y como ya tenía otra pena en suspenso, se le unificaron ambas en una pena única de un año de prisión de cumplimiento efectivo.
La sentencia fue dictada por el juez de control de Santa Rosa, Néstor Daniel Ralli, a partir de un acuerdo de juicio abreviado presentado por el fiscal Marcos Hernán Sacco, el defensor particular Marcelo Mangas y el propio imputado, quien reconoció ser el autor de los hechos. La víctima, al ser informada de ello, dio su consentimiento y pidió ser anoticiada cuando el acusado recupere la libertad.
Con las pruebas reunidas durante la investigación fiscal preparatoria quedó acreditado que el 27 de marzo de este año, a la madrugada, Suárez estaba con su pareja y los hijos de ella en un departamento, y comenzaron a discutir a partir de que la mujer le pidió que se fuera “debido a que no colaboraba con los gastos”.
El imputado “reaccionó de mala manera, la tomó del cuello con ambas manos, sacándola de la silla donde estaba sentada, dejándola sin aire por un momento y haciendo que perdiera el conocimiento; para luego taparle la boca bruscamente, provocándole un sangrado”. Después se colocó “encima de ella para inmovilizarla, luego la soltó y le dijo: ‘vos me denunciás y te mato’”. Luego se retiró.
El 3 de octubre de 2017, en otro abreviado, Suárez había sido condenado a ocho meses de prisión en suspenso por lesiones leves calificadas por la relación de pareja –la víctima había sido la misma– y se le habían fijado pautas de conducta, entre ellas realizar un tratamiento psicológico y cesar con los actos de perturbación y/o intimidación que directa o indirectamente afectasen a la mujer.
Tres delitos.
Por otro lado, el juez de control Carlos René Ordas condenó a Juan Ignacio Escudero, como autor de los delitos de daño en dos oportunidades, violación de domicilio y lesiones leves calificadas por la relación de ex pareja –los cuales deben ser valorados en el marco de la ley 26.485 de Protección Integral a las Mujeres– a la pena de ocho meses de prisión de cumplimiento efectivo.
En el expediente se probó que el pasado 16 de marzo, a la tarde, Escudero –un artista callejero de 28 años– persiguió en su Volkswagen Gacel a su pareja, quien circulaba en otro auto junto a una amiga y un menor, a la par que la insultaba. Ello ocurrió en Hucal entre Pascual y México, en Santa Rosa.
Luego, a cinco cuadras, en San Luis y Falcón, el acusado “le cruzó el auto” para impedirle que la damnificada continuara su marcha, se bajó del suyo y “la tomó fuertemente del brazo izquierdo” a través de la ventanilla, causándole lesiones e intentado sacarle la cartera. Así, se produjo un forcejeo, hasta que Escudero logró agarrar la cartera, la revisó e insultándola le dijo “dame el documento”. La víctima le dijo que se la devolviera o llamaría a la policía, a lo que el agresor cesó su accionar y a los gritos le advirtió que iría a su casa.
Al otro día, a la madrugada, el imputado ingresó a la casa de su ex pareja mientras ella dormía, contra su voluntad y “aprovechando que la puerta no poseía cerradura”, y la despertó zamarreándola. Le dijo que la había visto con otra persona en un bowling.
En esas circunstancias le rompió una prenda interior, trató de quitarle las sábanas, revisó los muebles, se acostó y le dijo “la cama esta corrida, seguro que estuviste con otro”. Luego le pegó una patada a la cama y agregó: “vos me vas a terminar obligando a mandarme una cagada, si te veo con alguien o dando vueltas con algún loco”. Escudero continuó revisando la casa, arrojó toda la ropa al suelo y al ver llorando a la víctima, expresó que “me pongo así por tu culpa”.
A su vez, a Escudero también se le atribuyó haberle dañado totalmente a la denunciante un celular en agosto del año pasado.
En este caso el abreviado fue convenido entre el fiscal Cristian Casais, la defensora oficial Silvia Mariel Annechini y el agresor. La víctima, al conocer el acuerdo, dio su consentimiento y se mostró de acuerdo con la pena impuesta.