Desde SAGAI, la sociedad que percibe y a administra la propiedad intelectual de actores y bailarines, reclaman un porcentaje de ganancia por el uso de su imagen en las plataformas. Jaque a Google y mediación con Netflix.
La industria de la telecomunicación cambia demasiado rápido. Los procesos son cada vez más cortos. Y, como movimiento, genera roces. Conscientes de esto, la Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes (SAGAI) decidió tomar cartas en el asunto y hace cuatro años, luego de no poder llegar a un acuerdo con YouTube, le inició acciones legales. Una determinación que, en caso de no avanzar en el diálogo, también podría tocarle a Netflix.
Para empezar, vale aclarar que se trata de un reclamo millonario. Y es que, si se toma en cuenta los aranceles que percibe SAGAI desde la televisión (por ley le corresponde hasta un 2% de los ingresos de publicidad), el cable (el mismo porcentaje de los abonos) y el cine (igual valor para el corte de entradas), Google, responsable de YouTube, debería acoplarse a números similares para una de las empresas más importantes del mundo.
“Hay una resolución especifica que pone topes a lo que puede cobrar la sociedad por este tipo de aranceles. Nosotros tenemos acuerdos que son menores, incluso, a lo podemos aspirar: un canal de TV el 0,48%. Lo mismo el cable. No llegamos a negociación económica porque ellos dicen no ser responsables ya que no tienen el control de lo que pueda compartir un usuario. Y que, ante una denuncia de un titular de derecho sobre un contenido por infracción intelectual, pueden iniciar una revisión y darlo de baja. Pero ese no es nuestro reclamo”, asegura Sebastián Bloj, abogado de SAGAI.
En concreto, según Bloj, “Google se resiste al pago bajo el argumento de ‘cuál es la responsabilidad que tienen las plataformas por el contenidos que suben los usuarios’. Invito al que lea este contenido a buscar una película de Disney o un capítulo de Game of Thrones en YouTube. No está. Y eso forma parte de una decisión. Por el contrario, el contenido local puede verse mucho más”.
Desde SAGAI dejan en claro que la denuncia no tiene como fin dar de baja el contenido ya que los actores y actrices están a favor de que se difunda su trabajo, pero que esto debe responder a la ley de propiedad intelectual.
Para el actor y secretario general de SAGAI, Osvaldo Santoro, “hay que ser conscientes de que hay un movimiento vertiginoso. Que la tele y ahora el streaming van a una velocidad increíble. El problema es que el derecho siempre queda atrás. Estamos siempre desfasados. Tenemos que estar atentos porque si nos dormimos, lo que hoy es la tele de cable y el aire se va a mudar al streaming y todos van a coincidir en esto de ‘para qué pagar si muchos no lo hacen’”.
Y agrega que “las plataformas son un negocio redondo, no pagan derecho y cobran publicidad y supuestamente no saben quiénes lo suben. Esto es lo mismo que decir que tenés una panadería, hacés pan pero la levadura no la pagás. Si sacás toda la ficción va a llegar un momento en que la plataforma no va a ser lo mismo de antes”.
Bloj retoma y deja en claro: “YouTube es una de las empresas más poderosas del mundo. Tiene fines de lucro. Tiene un modelo de negocios muy parecido al de la tele abierta que también es gratuita, porque si vos tenés una antena, no le tenés que pagar a nadie. Lo que tenés que hacer es tolerar como pago la publicidad inserta. Y en YouTube es lo mismo. Es un universo de contenidos”. Y avisa que “con Netflix estamos en mediación. Esperemos que llegue a buen término ya que si no seguirá la misma suerte de YouTube”.
SAGAI
SAGAI nació en 2006. Ese año el Poder Ejecutivo la reconoció como la única entidad de gestión colectiva autorizada a percibir y administrar los derechos de propiedad intelectual de actores y bailarines. En este sentido, Santoro aclara: “No estamos reclamando un impuesto más, es un derecho. Nos sirve para tener lo que corresponde y, además, para atender a nuestros socios. Sobre todo a los mayores. No es un derecho que llena el bolsillo del actor. Ni siquiera es una cuestión en la que se mete la política. Con Jorge Marrale, Pablo Echarri y Martín Seefeld, que no piensan nada parecido en términos políticos, nos juntamos todos los domingos y damos vueltas sobre lo que vivimos en el gremio. Siempre decimos lo mismo: Néstor nos dio el derecho, Macri nos dio la casa. Lo que queremos ahora es hacer valer nuestro derecho”.