viernes 26, julio, 2024, Eduardo Castex, La Pampa

Condenados a prisión efectiva por agresiones a mujeres en Santa Rosa

El juez de control santarroseño, Gabriel Lauce Tedín, condenó hoy a Pablo Daniel Carrizo a un año y dos meses de prisión de cumplimiento efectivo, declarándolo reincidente, por ser autor del delito de lesiones leves calificadas por la relación de pareja preexistente, en concurso real con amenazas agravadas por el uso de arma, debiendo ser valorados  en el marco de la ley 26.485 de Protección Integral a las Mujeres.





En la causa se probó que el lunes 6, hace apenas dos semanas, Carrizo le propinó golpes de puños a la víctima en varias partes del cuerpo, causándole lesiones, y “amenazándola con un cuchillo de cabo de asta de ciervo de gran dimensión, el cual tenía oculto en la habitación”.

El conflicto penal se resolvió por la vía de un juicio abreviado, rubricado entre el fiscal Marcos Sacco, la defensora oficial Paula Arrigone y el propio imputado, de 41 años y quien permanece detenido. La damnificada, al ser notificada de ello, también brindó su consentimiento.

CASO I

A su vez, en otro abreviado, el juez de control, Néstor Daniel Ralli, condenó hoy a Raúl Daniel Gigena, como responsable de los delitos de lesiones leves agravadas por la relación de pareja previa y amenazas simples, en concurso real; y lesiones leves y amenazas en concurso real, a la pena de 10 meses de prisión de cumplimiento efectivo, declarándolo reincidente.

El acuerdo fue presentado por Sacco, la defensora particular Vanessa Ranocchia Ongaro y el acusado, quien tiene 46 años y está tenido. La víctima dio su conformidad con lo convenido.

¿Cuáles fueron los hechos? Ocurrió hace tres semanas, el 1 de mayo la tarde. Gigena ingresó al domicilio de una expareja y le dijo: “te voy a cagar limpiando…”. Luego la golpeó en el rostro, y avisándole que iría en busca de un familiar suyo, agregó: “no me importa ir preso por matar a alguien porque ya maté a otra persona” (sic).

Efectivamente, el acusado llegó hasta el lugar de trabajo de ese familiar y, “sin mediar palabra, le propinó un golpe de puño en el rostro y le dijo: ‘sé a qué hora salís, te voy a estar esperando y te voy a cagar matando, o cuando te cruce te voy a hacer mierda (…) vos me conocés a mí, no me importa ir preso otra vez por matar a otra persona’”.​

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