La venta en los supermercados cayó 13,2% en junio último y en los centros de compras o shoppings, un 6,1%, en forma interanual (medido a precios constantes), y alcanzó doce meses de continua baja, informó este viernes el INDEC.
En los autoservicios mayoristas, por su parte, las ventas por cantidades bajaron 13,5% en forma interanual y también completaron un año de contracción.
A su vez, la comercialización de electrodomésticos bajó 5,1% en la comparación del segundo trimestre de este año contra igual período de 2018.
Las ventas de supermercados en el acumulado del primer semestre de 2019 marca una baja de 12,8% semestral, a precios constantes aunque a precios corrientes marcó un crecimiento de 42,1% frente a los primeros seis meses de 2018.
En supermercados, en las ventas totales a precios corrientes, durante junio de 2019, los artículos con incrementos «más significativos respecto al mismo mes del año anterior, son lácteos, 61,8%; carnes, 58,9%; artículos de limpieza y perfumería, 57,5% y almacén, 50,1%, detalló el Indec.
En los shoppings, en la comparación interanual, la caída de 6,1% de junio de 2019 fue la que marcó el mejor registro de 2019, debido a que en mayo, la baja interanual fue, siempre a precios constantes, de 18,7%; en abril, se registraba una caída de 22,9% y en marzo la baja había sido de 15,7%; en febrero, 16,6% y en enero, 14,2%.
En electrodomésticos, el Indec divulgó el comportamiento de las ventas sólo en términos de precios corrientes y la baja interanual de junio de 2019, de 5,1% es significativamente menor al registro porcentual de mayo respecto al mismo mes de 2018, también negativo (-19,3%).
En las ventas totales a precios corrientes, «en el segundo trimestre de 2019, los grupos de artículos cuyas ventas tuvieron los mayores aumentos fueron telefonía, con 45,4%; lavarropas, secarropas y lavavajillas, 19,4%; heladeras y freezers, 17,4%; cocinas a gas y eléctricas, hornos microondas y eléctricos, calefactores, calefones y termotanques registraron un aumento interanual de 11,9%», siempre en comparación con el mismo período de 2018.
«El sector comercio es el de mayor incidencia en la caída de la actividad económica, reflejando la fuerte contracción del consumo que ocasionó la caída de poder adquisitivo real. Como la suba de salarios viene por debajo de la inflación (que tuvo una aceleración en el primer trimestre y tendrá otra en agosto-septiembre) la capacidad de compra de la población viene en picada», comentaron desde el IARAF.
Y agregaron que «para que el consumo comience a recuperarse y con él, la actividad económica es necesario una baja en la inflación y la volatilidad cambiaria va en contra de este objetivo».