Pese a las recurrentes quejas del sector empresarial respecto de la vigencia de topes a los precios de una amplia variedad de productos alimenticios, la Secretaría de Comercio Interior, a cargo de Paula Español, prorrogó el programa Precios Máximos hasta el 8 de junio inclusive. Salen de la lista aceites, pastas frescas, arroz, varias categorías de lácteos y pañales para adultos. Además, el Gobierno intima a las empresas a producir al máximo de su capacidad.
Formalizó la medida a través de la Resolución 489/2021, publicada hoy en el Boletín Oficial, en un suplemento de la edición de hoy. La única norma incluida e el suplemento es esta resolución.
El dato más notorio de la decisión oficial es que se deslistan 36 categorías de productos.
Desde una empresa de consumo masivo aseguran que la prórroga fue «unilateral» y agregaron que «la mala noticia es que continúan precios máximos, pero la buena noticia es que por lo menos deslistan algunos productos».
Pero además, en el artículo 3 de la resolución el Gobierno «intima» a las empresas que forma parte de la cadena de producción, distribución y comercialización a «incrementar su producción hasta el máximo de su capacidad instalada» y proveer los medios para su provisión durante el período de vigencia de la norma.
En los últimos días se habían sucedido las reuniones con empresas del sector de consumo masivo y ya se esperaba algún tipo de resolución, sin embargo, el acuerdo no parecía tan cercano.
La principal queja de los empresarios es que desde los precios con los que arrancó el programa, que tomó como referencia los vigentes el 6 de marzo de 2020, la actualización había sido menor al 14%, cuando la inflación superó holgadamente este porcentaje.
La Resolución 100/2020, que lanzó el programa y estableció los topes a los precios de venta al público el año pasado, tiene ahora una modificación por esta nueva resolución, que mantiene sin cambios y a los valores vigentes los productos de la canasta básica de alimentos, que totalizan 120 productos.
El listado de productos que salen del control de la secretaría a cargo de Paula Español, incluye: aceite de oliva y otros aceites, tostadas y grisines, edulcorantes, saborizadores, arroz (excepto largo fino), encurtidos, aceitunas y pickles, harinas leudantes y premezclas, horneables y gelificables y pastas frescas.
También milanesas de soja, productos congelados en base a vegetales procesados, suplementos vitamínicos, tapas de empanadas y tartas, amargos, jugos, leche infantil, queso rallado y queso crema, crema de leche, dulce de leche, manteca y margarina, yogur, postres y flanes.
En cuanto a otras categorías, la resolución también excluye al óleo calcáreo, apósitos y protectores mamarios, esponjas y guantes, trapos y paños, destapacañerías, toallas húmedas desinfectantes, perfumes y colonias, coloración del cabello, pañales para adultos, algodones e hisopos, esmaltes y quitaesmaltes, preservativos y Geles íntimos, productos para depilación, helado e hielo, así como otros accesorios de limpieza.
El Programa Precios Máximos es una de las herramientas que tiene el Ministerio de Desarrollo Productivo para poner algún dique a la inflación. Desde su mismo lanzamiento generó rispideces con el sector empresarial. De hecho, fue lanzado sin consenso de las empresas.
Ahora se abre una ventana hasta el 8 de junio para sentarse a hablar con Español y ver cómo puede armarse una nueva canasta que sea sostenible en el tiempo y deje conformes a ambas partes.
