La pampeana Blanca Nievas Zudaire fue reina nacional del Trigo en 1972, y en esta 66° edición de la celebración que organiza el Club Leones no solamente se desempeñó como jurado, sino que también fue reconocida porque se cumplían 50 años de su coronación. “Es una gran alegría estar en esta hermosa fiesta de la cual guardo muy lindo recuerdos”, dijo Zudaire en el escenario en la noche de cierre de esta prestigiosa fiesta popular.
Esta edición coincidió con los festejos del centenario del Club Leones, de la ciudad homónima cordobesa, y la pampeana actuó como jurado para determinar las nuevas soberanas trigueras.
Antes de la coronación de las nuevas embajadoras trigueras nacionales, los organizadores le entregaron un reconocimiento a la pampeana para recordar las Bodas de Oro de su consagración, y Zudaire entregó una artesanía de madera de caldén a los dirigentes cordobeses.
UNA REINA RECORDADA
Zudaire llegó a Leones en 1972, después de ser electa reina provincial del Trigo en Eduardo Castex. El periodista Mario Vega –meses atrás- la entrevistó, y recordó que en esos años Blanca Nieves se convirtió en un ícono de la hermosura de la mujer pampeana. «¡Quién té creés que sos, Blanca Nieves Zudaire!», se le solía decir por aquel tiempo a alguna muchacha que presumía en demasía de sus atributos, escribió en el diario La Arena.
Pero, además en su familia hay otras reinas y princesas trigueras. Zudaire se casó con René Alberto Garay, y actualmente reside en Macachín. Tiene tres hijas: Lali (31) que también fue Reina Provincial del Trigo en 1995; María Sol (29) Carolina (28) que también fuera primera princesa en el festejo triguero de Eduardo Castex.
En la entrevista publicada en el diario La Arena, Blanca Nieves recordó que cuando fue coronada en Eduardo Castex “estaba el gobernador que entonces era (Benjamín Santos) Trapaglia; y en Leones estuvo (Alejandro Agustín) Lanusse (presidente de facto)», quien le colocó la corona.
«Cuando fui reina en Castex, en el regreso a Riglos me esperaba todo el pueblo… se montó un escenario y habían caracterizado a siete niños chiquitos, por aquello de Blanca Nieves y los siete enanitos», el reconocido cuento de Walt Disney, recordó.
«Los dos meses antes de Leones eran todos preparativos, la gente estaba pendiente de lo que hacía, y cuando llegó la consagración fue como que se había ganado un campeonato nacional de fútbol, o no sé qué…».
En esa jornada, el pueblo riglense, pero también toda La Pampa estaba detrás de aquella blonda que le hacía sentir a la gente un orgullo muy especial. “Ahora caigo que otras chicas que fueron reinas tuvieron regalos bárbaros, y hasta algún auto como premio… lo mío, no me quejo, fue otra cosa: medallas de oro, cadenas, relojes, viajes, una estola de visón y también un tocadiscos Winco, que todavía utiliza mi mamá», contó divertida -ante la mirada atenta y cómplice de sus hijas-, escribió Mario Vega.