Dos funcionarias judiciales, en el marco del programa «Educación + Justicia», brindaron una charla de dos horas, en Caleufú, ante 110 estudiantes de tercer, cuarto, quinto y sexto año del colegio secundario «Lucio Víctor Mansilla».
La jueza de control santarroseña, María Florencia Maza, y la defensora oficial, María Silvina Blanco Gómez, fueron literalmente interpeladas por los alumnos/as con preguntas que abarcaron desde el caso Lucio hasta la portación de armas.
«Educación + Justicia» es una propuesta pedagógica del Superior Tribunal de Justicia que se implementó hace siete años y que tiene, como objetivo principal, buscar un acercamiento real de la Justicia pampeana a la comunidad y, fundamentalmente, a los/as jóvenes que están por cumplir la mayoría de edad.
La charla fue organizada en la Casa de la Cultura de Caleufú y participaron algunos/as estudiantes de tercer año del turno mañana, y las dos divisiones de los años cuarto, quinto y sexto, que cursan por la tarde. También asistieron la directora Claudia Del Sol, la asesora pedagógica Estela Cometto y una decena de docentes y auxiliares.
Después de una introducción breve de las disertantes sobre la división de poderes y las funciones y la organización del Poder Judicial, los alumnos/as comenzaron a levantar sus manos para intervenir en la ronda de preguntas que se extendió a lo largo de dos horas.
Ellos y ellas preguntaron sobre la cantidad de causas que se tramitan en la Justicia, las consecuencias legales para los menores entre 16 y 17 años, si existe la fianza en La Pampa, cuando alguien puede ser absuelto por actuar en legítima defensa, porqué la policía no vigila la salida de los boliches, cómo se controla una restricción de acercamiento, si los presos pueden votar, cuándo se produce el incumplimiento de un funcionario público, si existe la violencia de la mujer hacia el hombre y hasta mostraron gran inquietud por el caso Lucio.
RESPUESTAS
«El pago de la fianza pueden verlo en una película o en una serie, pero en La Pampa no existe la fianza. ¿Por qué? Porque si no podría quedar libre una persona que tiene dinero y no la que no lo tiene», explicó Blanco Gómez.
«Ante una denuncia, un fiscal o fiscala investiga los hechos de la misma manera si se trata de una agresión de un hombre hacia una mujer, que de una mujer hacia un hombre. Pero cuando hablamos de violencia de género nos referirnos exclusivamente a violencia de hombres hacia mujeres porque se trata de una situación endémica, ya que las estadísticas muestra que son infinitamente mayores los casos de violencia de hombres hacia mujeres», explicó Maza.
Blanco Gómez también refirió a que todo ciudadano tiene constitucionalmente el derecho a defensa y que los defensores públicos están obligados a representar a quien lo requiera, más allá del delito por el que esté acusado. «Los defensores y defensoras públicas, a diferencia de los abogados y abogados particulares, no podemos excusarnos por objeción de conciencia», indicó.
Además ambas, ante determinados cuestionamientos, dejaron bien en claro que la Justicia interviene cuando los hechos ya ocurrieron y que, eventualmente, recién a posteriori puede dictar medidas preventivas. «Si no hay una denuncia, si no hay alguien que alerte de determinadas situaciones; es imposible saber que están ocurriendo», señalaron.
Una situación particular se vivió durante el intercambio entre las funcionarias y los/as estudiantes, cuando una alumna expresó que dudaba en estudiar derecho. En ese momento, Maza contó una pequeña historia personal detrás de su decisión de ser abogada y, al escucharla, a la alumna se le cayeron un par de lágrimas. La jueza se acercó a abrazarla y la adolescente le dijo que la había terminado de convencer de cursar abogacía.
La disertación terminó con un aplauso del auditorio y una sorpresa generalizada por la participación activa de los adolescentes.
Esta actividad del STJ tiene el respaldo Ministerio de Educación y fue declarada por la Cámara de Diputados de interés legislativo. La oferta pedagógica no incluye sola la presencia de magistrados/as y funcionarios/as judiciales en las escuelas, sino además la concurrencia de estudiantes secundarios a juicios, la organización de simulacros de debates orales, la exhibición de un juicio real editado y las visitas guiadas a edificios judiciales.