“El auto venía a 250 kilómetros por hora, y ahora va a 160. Hay un cambio de tendencia, pero obviamente no nos conforma”: así definió la evolución de la inflación uno de los miembros de la mesa chica del ministro de Economía, Sergio Massa. Según comentaron, de momento no se lanzará un plan de shock para bajar la inflación, sino que a la política monetaria y fiscal se le sumarán acuerdos sectoriales voluntarios para contener la inercia. Serán para la electrónica, el consumo masivo, el hilado y los medicamentos.
En el equipo de Massa aseguran que la “hoja de ruta” de Massa para bajar la inflación de forma «gradual» fue la anunciada: acumular reservas, bajar el déficit fiscal, reducir la brecha cambiaria y recortar el financiamiento monetario. Este miércoles se miró de cerca el último dato de inflación mayorista de septiembre: 5,5%. “Es un buen dato pero todavía hay que ser prudentes”, contó una fuente oficial. La expectativa es que la baja de precios a la salida de fábrica de septiembre pueda implicar que la inflación descienda en octubre. “Del IPC de 7,4% de julio al 6,2% de septiembre hay un cambio de tendencia”, aseguraron.
Electrónica
La gestión de los acuerdos quedó a cargo del secretario de Comercio, Matías Tombolini. El primero es el que se cerró con los empresarios de Tierra del Fuego, nucleados en Afarte. Es que el acuerdo de Ahora 30, que permite consumir con 30 cuotas a una tasa de 48%, implica que los productos deberán mantener el precio durante los 90 días que dure el programa. Estos son: heladeras, lavarropas, celulares, aires acondicionados y televisores, que estarán en más de 1700 puntos de venta. El caso de las computadoras quedó afuera debido a que no tienen producción local.
Dentro del Gobierno se apropian del lema “Ceder para Crecer” del coloquio de IDEA y aseguran que el acuerdo de precios funcionará como es Precios Cuidados. Las empresas fabricantes proponen qué productos entrarán, y luego los puntos de venta eligen cuáles van a vender. En ambos casos, deben “ceder” con cumplir con el precio pactado, durante los 90 días, si es que quieren tener las cuotas. Los precios de los artefactos serán de entre $70 mil y el tope será $200 mil, según de qué producto se trate.
Si bien aseguran que la negociación fue “áspera”: el dólar se mueve todos los meses, por lo que habrá un aumento de los costos para las empresas, pero también habrá un aumento de las ventas, estimado en 500 mil unidades. Otros que “ceden” serán los bancos: el programa podría agotarse cuando se terminen los $100 mil millones que pondrán para financiar el subsidio de tasa, que está 30 puntos por debajo del mercado. Aseguran que se logró por el “buen diálogo” de Massa con el sector financiero. “El costo fiscal para el Estado de esto es cero”, aclaran dentro del Gobierno.
Mesa de precios
Todos los días a las 8:45 de la mañana en la Secretaría de Comercio hay un reunión llamada “mesa de precios”, que dura 30 minutos, en donde se monitorean los precios en tiempo real, se contacta a los incumplidores de manera telefónica y se avanza en todo el proceso de fiscalizaciones que se realizará ese día, con más de 150 salidas para relevar que se cumplan los acuerdos. Además, Tombolini sumará a asociaciones de consumidores y a las intendencias a los relevamientos.
Si bien cerca de Massa aclaran que su mirada no es la de “congelar y multar”, aseguran que los acuerdos que se suscriben de manera voluntaria están para cumplirse. De hecho, luego de las multas millonarias que aplicaron la semana pasada a supermercados, en los próximos días se publicarán cinco nuevas multas a fabricantes de consumo masivo por engaños en los rótulos de las etiquetas.
Además, habrá más acuerdos. Por un lado, estará Precios Justos, en el que buscarán que haya 2500 productos de consumo masivo que mantengan su precio por entre 90 y 120 días, y que conviva con Precios Cuidados. Pese a la negativa de las empresas de incluir el precio en el packaging, en Comercio confían en que hay productos en los que podría hacerse. El plan podría ser en etapas: lanzarse con 1000 y luego ir incorporando más. Para que los fabricantes se sumen, hay varias alternativas sobre la mesa que pidieron las empresas: o definir algún tipo de cambio diferencial para exportaciones o algún beneficio impositivo.
El Gobierno busca “compensar” parte del esfuerzo, pero también admiten: “Estamos sintetizando las propuestas, pero también las empresas acumularon ganancia mucho más rápido de lo que aumentaron los sueldos. Basta mirar los balances o la participación de los salarios en el ingreso”, contó una fuente oficial.
Por este motivo, otro de los sectores con los que se buscará acordar es con el textil. En Comercio aseguran que el acuerdo del precio de la ropa se cumple en los shoppings en un 85%, pero que el Indec releva mucho más que shoppings, por lo que se buscará acordar con la primera parte de la cadena: el hilado, un sector “concentrado”, según afirman. La negociación es con la Federación de Industrias Textiles (FITA). Prendas de vestir y calzado subió 118% en el último año, 35 puntos por encima de la inflación. De lo contrario, abrir las importaciones también es una opción.
En cuanto a medicamentos, sigue vigente el acuerdo firmado con los laboratorios, para que aumenten por debajo de la inflación. Comercio ve con buenos ojos el cumplimiento, y en noviembre analizarán cómo sigue.