Finalista hace cuatro años, la selección de Croacia asumirá el Mundial de Qatar con la obligación de defender el prestigio logrado en Rusia, donde concretó la mejor actuación de su joven historia.
La misión se presume compleja al considerar que desde aquella definición con Francia en el estadio de Luzhniki, en Moscú, no pudo repetir presentaciones de talla similar en las competencias europeas.
Por caso, resultó eliminado por España en los octavos de final de la Eurocopa 2020, jugada el año pasado por la pandemia de Covid-19, y en las dos primeras ediciones de la Liga de Naciones de la UEFA no pasó la fase de grupos, aunque en la actual avanzó a semifinales.
El director técnico Zlatko Dalic todavía conserva la estructura del equipo subcampeón del mundo, pero algunos futbolistas no tienen la misma actualidad del pasado.
No es el caso de las principales figuras: Luka Modric (Real Madrid), Marcelo Brozovic (Inter de Milán), Ivan Pulisic (Tottenham Hotspur) y Mateo Kovacic (Chelsea), indiscutidos en el plantel.
También se mantienen dentro del elenco estable otros jugadores presentes en Rusia como los defensores Domagoj Vida (AEK de Atenas), Dejan Lovren (Zenit San Petersburgo) y Sime Vrsaljko (Olympiakos) y los delanteros Ante Rebic (Milan), Andrej Kramaric (Hoffenheim) y Nikola Kalinic (Hajduk Split).
A esa base se agregaron futbolistas de buena actualidad como el joven central Josko Gvardiol del Red Bull Leipzig; el mediocampista goleador Mario Pasalic, destacado en Atalanta, y el volante ofensivo Nikola Vlasic, que pasó esta temporada al Torino desde el West Ham inglés.