El Fantasma de la Ópera puso fin a un récord, ya que es el musical que más tiempo estuvo en cartel en Broadway, la célebre avenida de los teatros de Nueva York. Desde su estreno tuvo 14.000 funciones, 20 millones de espectadores y más de 1.300 millones de dólares recaudados.
Para contar la historia basada en la novela homónima del escritor francés Gastón Leroux, con música del compositor británico Andrew Lloyd Webber, cada puesta en escena necesitó un elenco, una orquesta y un equipo de 125 personas. En estos más de 30 años la producción contrató a unas 6.500 personas.
Lloyd Webber dedicó la última representación en Broadway a su hijo Nicholas, fallecido de cáncer gástrico el mes pasado. «En los últimos meses no creo que (…) ninguno de nosotros pensara que El fantasma se apagaría con el estruendo que lo ha hecho. Así que puede que vuelva, nunca se sabe…», dijo desde el escenario ante una sala abarrotada.
Fue dirigida originalmente por Harold Prince y leyendas de Broadway como Michael Crawford, que fue el primero en interpretar al Fantasma, Sarah Brightman y Judy Kaye han interpretado papeles principales.
Ambientada en el siglo XIX, cuenta la historia de de Erik, un genio desfigurado que frecuenta la Ópera de París y está enamorado de la soprano Christine Daaé, que a su vez está enamorada del apuesto Vizconde Raoul de Chagny.
Brightman, que se unió a los miembros del reparto en el escenario el domingo, describió la producción como «una obra muy especial». «Estando allí en sus comienzos, fue escrita con mucho amor, pasión y comprensión del alma humana. Por eso creo que la gente está tan conectada con ella», declaró a Reuters en la alfombra roja.
«Creo que la gente la echará tanto de menos que volverá a representarse en algún momento. Eso es lo que me dice mi instinto», agregó.