viernes 26, julio, 2024, Eduardo Castex, La Pampa

Fondos Buitres: Las fotos que complican a un juez que falló contra Argentina

Investigaron a un juez de la Corte Suprema de Estados Unidos llamado Samuel Alito y encontraron una foto que prueba sus presuntas conexiones con Paul Elliot Singer, presidente de Elliot Management, un fondo buitre que le ganó un juicio millonario a la Argentina.





En el juicio con los fondos buitre en 2014, Alito fue uno de los jueces que falló en contra de Argentina, a favor del fondo de Singer. Si bien el juez niega tener una amistad con el inversor, una foto compromete su discurso.

Según una investigación publicada por ProPublica, una agencia de noticias sin fines de lucro de Nueva York, Samuel Alito se fue de vacaciones a realizar una pesca de lujo con el “capitalista buitre” Paul Singer en el 2008. Tiempo después, Singer tuvo que atender asuntos ante la Corte Suprema en repetidas ocasiones y el juez Alito nunca se recusó.

El viaje de pesca

El viaje del juez con el inversor republicano se llevó a cabo a principios de julio del 2008, en un lujoso albergue de pesca en Alaska llamado King Salmon Lodge que, presuntamente, costaba más de mil dólares por día. Allí viajaron en un jet privado que, según los mails, testimonios y datos de vuelo de la Administración Federal de Aviación, se lo había proporcionado Paul Singer al juez Alito. 

Otros invitados en el viaje incluyeron a Leonard Leo, líder de la Sociedad Federalista, y al juez Raymond Randolph. Además, otro personaje importante en la escena fue Robin Arkley II, el dueño de una compañía hipotecaria que recientemente había adquirido el albergue de pesca en el que se estaban hospedando los republicanos. 

Según la investigación, un documento de planificación preparado por el personal del resort describe a Alito como invitado personal de Robin Arkley, y dos empleados dijeron que Alito no estaba pagando por su estadía.

El juez mantuvo el viaje en secreto

Alito no informó sobre el viaje de pesca en sus declaraciones financieras anuales, así como tampoco el vuelo en jet privado, lo cual es un delito federal en Estados Unidos. Una ley federal aprobada después del Watergate establece que los funcionarios federales, incluidos los jueces de la Corte Suprema, deben informar públicamente sus obsequios.

“Hasta hace unos meses, las instrucciones para completar un Informe de Divulgación Financiera decían que no es necesario informar la hospitalidad personal”, se defendió Alito en un artículo de opinión que publicó El Walt Street Journal. 

Sobre por qué no incluyó el viaje a Alaska en el informe, justificó que: “Cuando me uní a la Corte y hasta la reciente modificación de las instrucciones de presentación, los jueces comúnmente interpretaron esta discusión de ´hospitalidad´ en el sentido de que el alojamiento y el transporte para eventos sociales no eran obsequios declarables. El vuelo a Alaska fue la única ocasión en la que acepté transporte para un evento puramente social y, al hacerlo, seguí lo que entendí que era la práctica estándar”.

Sin embargo, la investigación demuestra que cuando se tratan de obsequios de viajes en aviones privados, los funcionarios suelen declararlos porque no cuentan como parte de las excepciones establecidas. “Está tratando de alejarse del lenguaje sencillo del estatuto y del reglamento”, afirmó una ex abogada de ética del gobierno, Virginia Canter, a ProPublica.

El examen de ProPublica de los viajes de Alito y Scalia se basó en correos electrónicos de planificación de viajes, licencias de pesca de Alaska y entrevistas con pilotos de aviones privados, guías de pesca, ex empleados de alto nivel tanto de Singer como del propietario del albergue y otros invitados en los viajes.

El Juicio por los Fondos Buitre

Durante la crisis del 2001, inversionistas como Paul Singer aprovecharon el default para comprar bonos al país con un gran descuento. Años después, la mayoría de los acreedores llegaron a un acuerdo con el gobierno para aceptar el pago al valor original de la deuda, pero el fondo de Singer no fue el caso.

Así fue como acudió a los tribunales estadounidenses para hacerle un juicio a la Argentina por no cumplir con el pago total de la deuda. El fondo de cobertura de Singer se presentó ante la Corte al menos 10 veces, según la investigación, y finalmente el juez Samuel Alito fue parte de la mayoría de 7 a 1 que votó a favor de Singer, y su fondo de cobertura recibió 2.400 millones de dólares.

Coincidencias entre Alito y Singer

La investigación de ProPublica detectó cinco situaciones en las que el juez y el inversor interactuaron en casos judiciales, a partir del Juicio por los Fondos Buitre contra Argentina.

Las coincidencias que registraron, en total, son las siguientes:

Mayo del 2007: el fondo de Singer le pide a la corte que intervenga en el litigio de Argentina.

Julio del 2008: Singer lleva a Alito en un jet privado a Alaska, donde vacaciones en un albergue de pesca.

Noviembre del 2009: Singer presenta a Alito en una cena de la Sociedad Federalista

Diciembre del 2009: La disputa de Singer en Argentina genera ocho apelaciones más ante la Corte Suprema, siete de las cuales son rechazadas.

Octubre de 2010: Singer presenta a Alito en una cena del Manhattan Institute

Junio 2014: El tribunal falla a favor de Singer, con Alito en la mayoría.

Enero 2019: Una empresa de servicios públicos le pide al tribunal que intervenga en uan disputa con el fondo de Singer. El tribunal se negó.

Marzo 2023: Un banco le pide al tribunal que intervenga en una disputa con el fondo de Singer. La solicitud sigue pendiente.

No tenía obligación de recusar en ninguno de los casos”, afirmó el juez Alito en el artículo de opinión. “Mi recuerdo es que he hablado con el Sr. Singer en no más de un puñado de ocasiones”, agregó, y dijo que en ninguna de ellas había “discutido las actividades de sus negocios, y nunca hemos hablado de ningún caso ante la Corte”.

Alito niega ser amigo de Singer

“Si eran buenos amigos, ¿qué hacían al dictaminar sobre su caso? Y si no eran buenos amigos, ¿qué hacían aceptando esto (el viaje a Alaska)?”, cuestionó Charles Geyth, profesor de derecho de la Universidad de Indiana y experto en recusaciones, en diálogo con el medio citado.

Pero el acusado, en su artículo de opinión, dijo desconocer la conexión de Singer con los casos y en cuanto al vuelo, declaró que “Singer y otros ya habían hecho arreglos para volar a Alaska cuando me invitaron poco antes del evento, y me preguntaron si me gustaría volar allí en un asiento que, hasta donde yo sé, de lo contrario hubiera estado vacante. Tenía entendido que esto no impondría ningún costo adicional al Sr. Singer”.

Para el juez, ninguno de los encuentros que tuvo con Singer “harían que una persona razonable e imparcial dudara de mi capacidad para decidir los asuntos en cuestión de manera imparcial”.

Por su parte, un portavoz de Singer le dijo a ProPublica que él no organizó el viaje y que no sabía que Alito iba a asistir cuando aceptó la invitación. Además, agregó que “nunca discutió sus intereses comerciales” con la justicia. 

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