El histórico animador y presentador televisivo estadounidense Bob Barker, que se transformó en una figura icónica del entretenimiento de ese país luego de estar al frente del popular programa de concursos de la cadena CBS «The Price is Right» a lo largo de tres décadas y media, falleció hoy a los 99 años en su casa de la ciudad de Los Ángeles.
Según informó el sitio especializado The Hollywood Reporter, la noticia fue confirmada por uno de los representantes del conductor, que además de su fama en el mundo del espectáculo, también era conocido por su fuerte activismo a favor de los derechos de los animales.
Nacido en diciembre de 1923, Barker vivió un salto en su carrera luego de trabajar varios años en la radio KTTS de Springfield, Missouri, cuando en 1956 fue contratado para presentar el ciclo de juegos «Truth or Consequences» («Verdad o consecuencias», en español), creado por Ralph Edwards, donde permaneció en la NBC con transmisión a nivel nacional hasta 1975.
Sin embargo, su paso más importante por la TV comenzó algunos años antes, en 1972, cuando se unió a «The Price is Right» («El precio correcto»), programa de concursos que la otra gran cadena de Estados Unidos, la CBS, reeditó a partir de una versión original emitida en 1956; y en el que los participantes compiten adivinando el precio de diferentes productos para obtener premios en efectivo y otros regalos.
Desde ese momento, Barker se convirtió en el rostro mismo del ciclo que condujo hasta 2007, cuando se retiró después de 50 años en la pantalla chica y fue reemplazado por el actor y comediante Drew Carey, y que hasta el día de hoy ya emitió más de 9.000 episodios y 50 temporadas que lo colocan como el show de juegos más longevo de la televisión estadounidense.
De todos modos, su trayectoria no eludió el escándalo, cuando en 1994 fue acusado por la exmodelo Dian Parkinson de haberla acosado sexualmente, un año antes de recibir otra denuncia por parte de Holly Hallstrom, que lo señaló por haberla despedido de «The Price is Right» tras aumentar de peso y por negarse a dar información falsa frente a los dichos de Parkinson.