Un empleado del Poder Judicial de la Nación con esclerosis múltiple creó un dispositivo todo terreno de tres ruedas y dos motores que permite a las personas con movilidad reducida desplazarse en distintos ámbitos y terrenos sin necesidad de depender de otros para sus movimientos.
El dispositivo, con semejanzas a un triciclo, fue diseñado por el abogado Eduardo Cotta, quien explicó a Télam que trabajó en el proyecto incentivado por el deseo de salir a pasear con sus dos hijas y meterse «por lugares donde es imposible pasar con una silla de ruedas convencional».
«Estuve como un año desarrollando el diseño, y en diciembre del año pasado -junto a una empresa argentina que produce dispositivos adaptados- le dimos una vuelta de rosca, lo rediseñamos y armamos este nuevo dispositivo que funciona muy bien», añadió.
Cotta, quien vive con su compañera de 41 años y sus dos hijas 13 y 8, fue diagnosticado con esclerosis múltiple en 2003, cuando estudiaba abogacía, realizaba actividades deportivas y ya trabajaba en el Poder Judicial.
Al quedar «en silla de ruedas tuve que dejar mi vida social activa porque el entorno no me lo permitía, salvo que saliera con el auto, y aún así había lugares que se me hacían inaccesibles», explicó el letrado a esta agencia.
Tras dos años de quimioterapia retomó las actividades deportivas y le surgió la idea de «desarrollar un dispositivo todo terreno para moverse por cualquier lado».
«La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune que quema el recubrimiento de los hilos neuronales y vas perdiendo movilidad. Mi sistema inmunológico ataca a mi sistema nervioso, a las grasitas que recubre las neuronas», explicó.
Hace cuatro años se quemó el pie izquierdo con una chispa, que salto de un carbón, lo que le generó una infección en la piel que le tomó la pierna casi hasta la rodilla, por lo que estuvo internado casi un mes y medio y las piernas le «quedaron muy rígidas», contó.
Luego de tener el alta comenzó el proceso de rehabilitación que coincidió con el aislamiento preventivo por el coronavirus y, aún así, logró realizar algunas actividades.
«Cuando pude salir fui en búsqueda de una silla de ruedas más liviana para poder moverme de manera independiente y en ese transcurso comencé a hacer deportes adaptados, que me permitió salir de casa en medio de la cuarentena», relató.
A través del deporte, Cotta se contactó con personas que practican deportes paralímpicos y «uno de los chicos desarrolló una bicicleta adaptada para sillas de ruedas».
«Como una de mis hijas está relacionada al ambiente ecuestre, conocí también a gente que practica deportes a caballo y comenzamos a practicar polo adaptado para personas con movilidad reducida por discapacidad», señaló.
Y, remarcó que en ese transcurso fue pensando en un nuevo dispositivo «que fuera más fuerte que la bicicleta adaptada para sillas de ruedas y que permitiera ser usado por diversas personas con y sin discapacidades motoras».
El dispositivo, que aún no tiene nombre definido, «es un producto nacional, que no tiene problemas de post venta y de mantenimiento, porque si se rompe algo nosotros lo reparamos», enfatizó.
«Los vehículos importados que se usan en los supermercados, que valen como 35.000 dólares, si se te rompen no los arreglás más porque dependen de los repuestos que vienen de afuera y terminan quedando tirados», señaló.
El nuevo dispositivo, en cambio, «te permite andar por todos lados, incluso en lugares donde no es accesible a caballos y también sirve para moverse dentro de los grandes negocios mayoristas», indicó.
El vehículo, cuenta con doble tracción trasera y tiene las ruedas anguladas, como las sillas de ruedas deportivas, y soporta unos 200 kilos. También tiene una autonomía de 140 kilómetros y la velocidad máxima es casi de 50 kilómetros por hora.
«Estamos buscando mejorar el prototipo, no hay otro igual en todo el mundo y es de industria nacional», remarcó Cotta esperanzado en la próxima producción en serie que están proyectando encarar.