El Laboratorio de Genética Forense del Poder Judicial ya lleva analizadas 10.000 muestras de ADN en toda la provincia, desde que comenzó a funcionar en diciembre de 2015. Además, en su base de datos tiene cargados más de 6.000 perfiles genéticos, lo que permite un entrecruzamiento de información muy útil para causas donde no hay sospechosos.
El laboratorio, que funciona en el Centro Judicial de Santa Rosa y tiene como directora a la doctora en bioquímica Cecilia Bobillo –acompañada por la bioquímica Aixa Rúa–, está a cargo de la realización de todos los análisis genéticos que los jueces y juezas ordenan tanto en causas penales como civiles. A partir de su apertura, la Justicia redujo tiempos y costos ya que anteriormente las muestras se enviaban a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a Junín y a laboratorios privados.
El organismo informó que lleva procesadas 10.020 muestras de ADN y que intervino en 1.570 expedientes civiles y en 499 penales. «Nuestro trabajo consiste en obtener material genético de personas vivas o muertas, a través de una muestra de sangre, saliva, semen o huesos; y de restos biológicos en objetos (ropas, colillas de cigarrillo, cepillos de dientes, etc.). A partir de ese ADN obtenido determinamos un perfil genético», explicó Bobillo.
«En cada causa se analiza más de una muestra. Sin ir más lejos, en los casos de filiación siempre se analizan al menos tres perfiles, el de la madre, el del supuesto padre y el del hijo o hija», acotó.
Un avance importante para el aumento de perfiles genéticos incorporados al laboratorio se produjo a fines de 2018, cuando la Legislatura provincial aprobó la ley 3099, porque autorizó a que se tomen las huellas genéticas a todas las personas imputadas y/o condenadas en un expediente.
A partir de esa norma se creó el Registro de Datos Genéticos, dependiente del Ministerio Público, especificándose qué huellas genéticas lo integrarían: a) las tomadas de evidencias durante una investigación judicial, se encuentren o no asociadas a personas determinadas; b) las provenientes de víctimas de un delito obtenidas en procesos penales, en la escena del crimen o durante una investigación siempre que la víctima no se opusiera a ello; c) las de los integrantes de la Agencia de Investigación Científica y la Policía en función judicial y de todas las personas relacionadas con la investigación fiscal preparatoria; y d) las de las personas imputadas y condenadas en un proceso penal, en cualquier otra oportunidad que la autoridad de aplicación estime correspondiente.
Además, adicionalmente, los legisladores/as agregaron un grupo más de destinatarios cuando en 2022 votaron la Ley de Identidad Biológica. A través de esa norma se garantizó «el pleno ejercicio del derecho a la identidad biológica o de origen a toda persona que presuma que su identidad fue suprimida, modificada o alterada» y facilitó «la búsqueda de información y recursos a quienes se consideren progenitores de hijos e hijas que hayan sido –por diversos medios– apropiados».
Investigaciones.
Contemporáneamente a la creación del Registro de Datos Genéticos, en septiembre de 2019 el Laboratorio de Genética Forense incorporó el software Codis (Sistemas de Índice Combinado de ADN), la base de datos genéticos que utiliza el FBI, que solo tienen tres provincias en el país y que permite realizar una búsqueda de coincidencias en apenas noventa segundos. «El acceso al Codis nos cambió todo», enfatizó Bobillo.
Entonces, así como por un lado el Laboratorio llegó a las 10.020 muestras de ADN, por otro ya cargó 6015 perfiles genéticos al Codis, lo que representa el 1,6 por ciento de la población provincial.
¿Cómo llegó a ese número? 3316 huellas provienen del Registro de Procedimiento y Notificación de Antecedentes de Condenados por Delitos contra la Integridad Sexual, creado a fines de 2009 por la ley 2547, y de las incorporadas por la ley 3099. A su vez, 2121 perfiles corresponden a personal policial; 567 a personal judicial y 11 a personas que buscan su identidad biológica.
«A esa cifra hay que sumarle 105 perfiles genéticos a las que llamamos evidencias NN porque no sabemos a quiénes corresponden, pero son personas que a priori no están imputadas en causas penales, por lo que aún no contamos con esos perfiles. Estas muestras NN son las de mayor interés –resaltó Bobillo–. ¿Por qué? Doy un ejemplo. Había una causa por abuso sexual sin sospechosos. Un hombre fue detenido por otro hecho y le hicimos el ADN. Cuando entrecruzamos ese perfil con el que habíamos encontrado hace seis años en una bombacha, coincidió. Eso permitió imputarle el abuso. Y así como ese caso, hay varios más».
El Codis es utilizado también por Córdoba y Mendoza. Con esta última el Ministerio Público pampeano firmó un convenio de colaboración con el Registro Provincial de Huellas Genéticas –dependiente del Ministerio Público Fiscal cuyano– para comparar periódicamente las bases de datos genéticos de ambas partes.
De esas comparaciones surgieron 19 perfiles coincidentes entre referencias de imputados y/o condenados pampeanos e imputados y/o condenados mendocinos. Ello sirvió para establecer acciones conjuntas entre las provincias.