China aterrizó este domingo una nave espacial sin tripulación, en la cara oculta de la Luna, en una misión cuyo objetivo es recuperar rocas y suelo de la superficie lunar, informó la agencia espacial china.
El aterrizaje eleva el estatus de potencia espacial de China en una carrera mundial hacia la Luna, en la que varios países, incluido Estados Unidos, esperan explotar los minerales lunares
para mantener misiones de astronautas a largo plazo y bases lunares.
La nave Chang’e-6 aterrizó con éxito en la cuenca del Polo Sur-Aitken, en la parte posterior de la Luna, a las 6.23 hora de Pekín (2223 GMT), informó la Administración Nacional Espacial de China (ANEC) en un comunicado publicado en su página web.
«La misión Chang’e-6 es la primera misión humana de muestreo y retorno desde la cara oculta de la Luna. Implica muchas innovaciones de ingeniería, altos riesgos y una gran dificultad», dijo la ANEC.
«Las cargas útiles transportadas por el módulo de aterrizaje Chang’e-6 funcionarán según lo previsto y llevarán a cabo misiones de exploración científica», afirmó la ANEC.
La misión es la segunda de China en la cara oculta de la Luna, una región en la que ningún país ha alunizado antes. La parte posterior de la Luna está siempre de espaldas a la Tierra, lo que dificulta las comunicaciones.
La sonda Chang’e-6 aterrizó casi un mes después de ser lanzada por un cohete chino Long March-5 desde el Centro de Lanzamiento Espacial de Wenchang, en la isla meridional de Hainan.