Más de medio centenar de vecinos, de distintas edades, se concentraron frente a la subcomisaria de Monte Nievas para reclamar justicia por el femicidio de Raquel Amaya (53 años), cuyo cuerpo fue hallado en una alcantarilla cercana al denominado “Camino a la Cruz”, a pocos kilómetros al este de la zona urbana. La policía detuvo a su pareja Fabricio Borges (48 años), quien anoche fue formalizado en la ciudad de General Pico.
Con una bandera reclamando “Justicia por Raquel”, y pancartas con fotos de la víctima y leyendas de #NiUnaMenos, los vecinos permanecieron –aproximadamente media frente- frente a la sede policial. La partida fue desde el edificio de Lawn Tennis Club.
La presencia de amigas y una hermana de la mujer asesinada, le aportó mayor emotividad, dado que fueron las destinatarias de los saludos y abrazos de acompañamiento, en este difícil momento que atraviesan.
Una mujer, que sería vecina de Raquel Amaya, se descompensó y rápidamente fue asistida por una profesional médica y personal policial. Fue llamativa la ausencia de autoridades municipales acompañando a familiares y amigos en este traumático trance.
Entre llantos y abrazos, se escucharon algunas frases que presagiaban un desenlace trágico en la relación entre Amaya y Borges. “Yo sabía que esto iba a pasar”, “Le dije varias veces que lo deje”, “Le dije que se vaya”, fueron algunas de los relatos vertidas entre las asistentes. “Que se pudra en la cárcel”, fue otra de las –insistentes- frases pronunciadas por las mujeres –de diferentes edades- que participaron en la concentración.
En la vereda de la delegación policial permanecieron la subjefa de la Unidad Regional I, Gladys Molina; el jefe de la comisaría departamental de Eduardo Castex, Daniel Pérez; y personal policial de Monte Nievas y Eduardo Castex.