Un ambulanciero del Hospital Pablo F. Lacoste de Eduardo Castex hace aproximadamente 28 meses que se encuentra prófugo de la Justicia, después de ser condenado a 8 años de prisión por el abuso sexual de una hijastra. “Nunca más se supo nada, no apareció y pareciera que nadie lo busca”, indicaron fuentes consultadas por esta corresponsalía, e indicaron que existiría un pedido de captura nacional e internacional para tratar de obtener información sobre su paradero, pero “hasta el momento no prosperó”.
La Sala B del Tribunal de Impugnación Penal (TIP) de La Pampa desestimó, el 17 de febrero de 2022, el recurso de impugnación interpuesto por el acusado, y paralelamente los jueces Fernando Rivarola y Mauricio Piombi ratificaron la sentencia -del 10 de diciembre de 2021- de la audiencia de juicio de la I Circunscripción Judicial, dictada por la jueza Alejandra Flavia Ongaro.
El chofer del centro asistencial castense, identificado con las iniciales S.A.CH, fue condenado a ocho años de prisión, porque en el proceso judicial se determinó que fue autor material y penalmente responsable del delito de abuso sexual coactivo e intimidatorio, gravemente ultrajante por las circunstancias de su realización, doblemente agravado por ser ascendiente de la víctima y por haberse aprovechado de la situación de convivencia preexistente con la misma, hechos valorados en el marco de la Ley 26485 de Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que se desarrollen sus relaciones interpersonales, ratificada en La Pampa mediante Ley 2250 y Ley Nacional 26061 de Protección Integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes, ratificada en nuestra provincial mediante Ley 2574.
Una víctima de 6 años.
En el fallo judicial se detalló que el condenado sometió a la hijastra «a reiterados y sucesivos abusos, entre los años 2004 a 2016. Desde que la víctima era una niña de 6 años y hasta su adolescencia, a los 18 años de edad. Durante ese lapso, los hechos fueron creciendo en intensidad y gravedad», indicaron.
En la sentencia detallaron los abusos sexuales a los que fue sometida la víctima, y quedó establecido que siempre se concretaron «en los domicilios donde habitaba todo el grupo familiar».
Fuga.
Tras el fallo de segunda instancia, en febrero de 2022, el acusado ya dejó de frecuentar los sitios donde se lo podía observar habitualmente. En los primeros días de marzo –de ese año- se tenía que presentar ante las autoridades judiciales, pero sospechando que quedaría detenido, se fugó.
«Cuando lo fuimos a buscar, ya no estaba más», confió -en en ese momento- una fuente policial consultada. «Tenemos algunas sospechas y esperamos concretar la detención», se esperanzaron -palabras más, palabras menos- los mismos interlocutores.
Transcurridos casi dos años y medio, el ambulanciero del hospital castense permanece prófugo, y momentáneamente existe una sensación social que las investigaciones no tuvieron demasiada intensidad y efectividad. Algunos interlocutores también se preguntaron por qué en este caso no se difundió la imagen del condenado para permitir que la sociedad tenga conocimiento, y si alguien lo visualizó «en algún lado» pueda aportar esa información.