El gobierno terminó agosto con una pérdida de USD 1.000 millones de reservas, casi el número exacto que el ministro Toto Caputo dijo que iba a sumar en ese mes. Esta situación confirma una tendencia que pone en crisis la meta de acumulación de reservas acordad con el FMI, justo cuando se acerca la novena revisión del acuerdo con el FMI.
El Banco Central volvió a perder reservas en el primer día hábil del mes tras la caída de USD 1.049 millones consolidada en la última rueda de agosto. El mes pasado el stock de divisas de la entidad pasó de USD 27.766 millones a fines de julio a USD 26.651 millones.
La dinámica inquieta al mercado pero complica aún más al gobierno con el FMI, que resistió la decisión de Milei y Caputo de intervenir en el mercado del dólar, porque precisamente esperaban lo que está sucediendo: una pérdida de reservas.
La novena revisión estaba prevista para el 10 de agosto, pero los burócratas del organismo estaban de vacaciones,. Se espera que las negociaciones arranquen la próxima semana. Por eso, el gobierno apuró el nombramiento del ortodoxo chileno Jose Luis Daza para que haga de mediado ante su connacional Rodrigo Valdes, el encargado del caso argentino en el FMI y fuertemente criticado por Milei, que lo acusó de kirchnerista. Un disparate.
El viceministro importado Daza aún no fue designado oficialmente en el cargo, pese a que todas las semanas hace meses, Economía filtra que ya asume. Como sea, en las negociaciones que comienzan al FMI le corresponde examinar el cumplimiento de las metas de reservas, emisión y superávit.
El actual acuerdo que fue firmado a principios de 2022 por Martín Guzmán durante la gestión de Alberto Fernández para refinanciar los vencimientos por el préstamo de USD 45.000 millones concedido durante la gestión de Mauricio Macri, a diferencia del préstamo original, que consistió en un acuerdo stand by; es un programa de facilidades extendidas, que si bien contempla mayores plazos de pago, incluye la obligación de cumplir determinadas metas económicas, que son evaluadas trimestralmente por el FMI.
De las 10 revisiones trimestrales, ya se completaron 8. Cumplidas las metas, el organismo gira los fondos para pagar los vencimientos del acuerdo original hasta completar la suma de 31.914 millones de DEGs, moneda oficial del FMI, equivalentes a unos USD 45.000 millones. La devolución de este segundo préstamo se realizará en 12 cuotas semestrales entre 2026 y 2032.
En la octava revisión del acuerdo, el gobierno de Milei presentó una carta de intención solicitando modificar las metas para 2024. En primer lugar se pidió la reducción de la meta de superávit del 2,1% al 1,7% del PBI. Según explicó el Gobierno esto se debe a la búsqueda de «proporcionar espacio adicional para ampliar la asistencia social (según sea necesario) y proteger los gastos de capital prioritarios».
En segundo lugar, el Gobierno mantuvo la meta de acumulación de USD 7.000 millones de reservas netas para fin de año, pero aumentó las metas del segundo y tercer trimestre: a USD 10.900 millones y USD 8.700 millones respectivamente, a las que hay que descontar los pagos al propio organismo.
En el equipo económico aseguran que las métricas que conforman la columna vertebral del acuerdo vigente estarán sobrecumplidas, por lo que desestiman que el intercambio técnico con el staff derive en alguna dificultad. Sin embargo los números son elocuentes.
Tal es así que el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, cruzó en redes sociales a un operador que alertó por la «fea» dinámica de las reservas. Este especialista destacó que el resultado al momento queda muy lejos de los USD 1200 millones que Toto prometió juntar durante agosto ante un grupo de sociedades de bolsa durante en el Palacio de Hacienda.
La frase que repite el mercado es que a las palabras de Toto se las lleva el viento. En este sentido recuerda otro referente de la City que el Gobierno también prometió a mediados de julio que enviaría USD 1500 millones al Bank of New York para asegurar el pago de intereses de los bonos que vencen en enero. Pasado un mes y medio del anuncio, la transferencia aún no se concretó, como reveló LPO.