Ya está lista la obra de energía eléctrica anunciada por el intendente -a principio de año- en el barrio El Nuevo Salitral de Santa Rosa. Los trabajos fueron ejecutados por la CPE y financiada por el municipio de Santa Rosa. Di Nápoli entregó la documentación a 73 familias que ya pueden tramitar el servicio de manera regular.
El Centro Cultural El Molino de la ciudad de Santa Rosa fue el lugar elegido para la entrega del Certificado Único de Vivienda Familiar que habilita a 73 familias del barrio El Nuevo Salitral a gestionar la conexión formal de electricidad. El hecho se consumó tras la finalización de la obra que incluyó la instalación de redes de baja tensión, subestaciones transformadoras y alumbrado público.
Los trabajos fueron financiados íntegramente por el Municipio y ejecutados por la Cooperativa Popular de Electricidad (CPE). En los primeros meses del año, el intendente Luciano di Nápoli anunció las obras y el barrio dio un paso histórico para la integración y la urbanización. Ahora, la gestión municipal implementará la misma política de acceso en los barrios Micaela García y El Amanecer.
“La gestión es un puente que conecta a los barrios con el progreso. Con acciones como esta apuntamos a que los servicios se extiendan y nadie quede a mitad de camino. Esto es mucho más que la entrega de documentación; es un acto de justicia, porque se trata de garantizar derechos básicos. Escuché las historias familiares, me metí de lleno en el tema y hoy las familias podrán gestionar la conexión de un servicio fundamental”, dijo el intendente di Nápoli al concluir la reunión.
PASO CLAVE PARA LA URBANIZACIÓN
El proyecto hecho realidad no sólo abarcó la provisión domiciliaria de este servicio, sino que contempló mayor seguridad y condiciones dignas para los vecinos.
“Seguimos consolidando derechos y convirtiendo en realidad las demandas justas. La luz no puede ser un privilegio, ¿quién puede dudarlo?. Se trata de un servicio esencial que hace al bienestar familiar. Después de diagnosticar, planificamos y avanzamos con recursos propios”, dijo di Nápoli.
Asimismo, el avance de esta obra fue posible por la administración ordenada de los recursos municipales y el compromiso de los santarroseños con el pago de tasas y obligaciones municipales.
“Hay que avanzar, unir puntos y seguir integrando. La entrega de los certificados marca un antes y un después porque cristaliza nuestro compromiso de integrar la ciudad, de fortalecer los barrios populares y de que el Estado llegue a cada santarroseño, sin dejar a nadie afuera”, recalcó el intendente santarroseño.
OBRA DE ILUMINACIÓN
Las acciones incluyeron la instalación de una subestación transformadora de tipo urbana de 200 KvA; 1820 metros de tendido de línea eléctrica de baja tensión; 64 columnas de hormigón, retenciones y postes y 23 luminarias completas.
Las obras se llevaron a cabo en 7 bloques del barrio donde actualmente viven las 73 familias que, a partir de ahora, con el Certificado Único de Vivienda Familiar podrán gestionar el servicio de energía eléctrica para abastecer sus hogares.
RELATO DE BENEFICIARIOS
Las familias de El Nuevo Salitral fueron parte activa de una demanda que hoy se convierte en política pública concreta. Sus testimonios reflejan la importancia de un Estado municipal que responde con soluciones reales para garantizar derechos.
En ese sentido, Agustín, vecino de El Nuevo Salitral, dijo: “Cada uno logró lo que tanto anhelaba. Hoy tenemos nuestro lugarcito para la familia y queremos vivir acá. En épocas de verano e invierno se complicaba vivir sin luz, más para las criaturas y las personas adultas. Yo quería tener una gomería y sé que ahora puedo independizarme”.
“Va a cambiar todo para las familias de El Salitral. Tengo hijos y necesito luz. No podía enchufar ni una máquina y ahora vamos a poder alumbrar el patio. Los chicos van a la mañana a la escuela y necesito la luz, porque en invierno está oscuro”, dijo otro de los vecinos de El Nuevo Salitral.
Por último, Paola expresó: “Estoy muy contenta por mi hijos. Me emociona porque es un logro para ellos. No voy a tener que estar moviéndome de un lado para el otro para cargar el celular; ellos van a poder mirar la tele y vamos a poder lavar la ropa acá”.