Lorena Miño, la policía acusada de encubrimiento en la causa que investiga el asesinato de Lucas González, el adolescente de 17 años baleado por tres efectivos de la Policía de la Ciudad el pasado 18 de noviembre, se entregó este lunes en los tribunales porteños acompañada por su abogado y quedó a disposición judicial.
La mujer se encontraba prófuga desde el sábado, cuando fueron detenidos otros cinco policías que, al igual que ella, están acusados de haber adulterado la escena del hecho y «plantado» un arma para hacer pasar el homicidio de Lucas como un hecho de inseguridad, al decir que la víctima y tres amigos eran delincuentes que se tirotearon con integrantes de la fuerza de seguridad.
Previo a entregarse, Miño había difundido un video contando su versión sobre lo ocurrido. «Lamento muchísimo la pérdida de Lucas, pero no tuve nada que ver» aseguró. En el video, filmado junto a su abogado, reconoció que cuando llegó al lugar donde se detuvo a la Suran en la que viajaba Lucas con sus amigos, los jóvenes dijeron: «Le dispararon a mi amigo, no dijeron que eran policías, eran chorros».