Tras el impasse al que obligó la pandemia en 2021, desde este sábado 22 y hasta el domingo 30 de enero el Festival Nacional de Folclore de Cosquín, la máxima y más tradicional cita del género, concretará su 62da. edición en medio de una nueva ola de contagios pero con la decisión de reponer un necesario encuentro en su seno.
Roberto Cantos, integrante junto a Julio Paz del Dúo Coplanacu, con más de 35 años de trayectoria, señala a Télam que «la vuelta de Cosquín tiene tantas significaciones como significaciones tuvo el aislamiento y el parate de todas las actividades del país».
«Nosotros estamos volviendo a tocar no hace mucho tiempo y lo que pudimos experimentar es una gran emoción en la gente. Emoción que tiene que ver con el reencuentro fundamentalmente. Encontrarse con los pares y encontrarse con uno mismo ahí, reviviendo la identidad, la música, el goce. Hemos visto gente muy conmovida por el solo hecho de volver a escuchar una chacarera», reflexiona el músico.
El autor, guitarrista y cantante, anticipa que a la dupla se sumarán sus habituales laderos (Mariano Paz en percusión, Emilio Pasquini en bajo, Alejandro Rivero en guitarra y Omar Peralta en bandoneón) para presentarse en la velada de cierre «con alegría pero también conmovidos y preocupados deseando que los cuidados permitan que Cosquín sea una fiesta y que nosotros tengamos el gran honor de sumarnos y participar de ella».
En la misma línea del Coplanacu, el trovador José Luis Aguirre subraya en comunicación con esta agencia que el regreso del festival «implica continuar con el ritual ancestral que significa Cosquín»: «Pequeño Cuzco, lugar de encuentro donde desde antes de que se hiciera el festival se encontraban los pueblos para hablar sobre sus cosas y así había venido siendo hasta esta pandemia, e incluso estoy seguro de que por lo bajo el encuentro igual se produjo».
«Que ese cauce se vuelva a mostrar es una buena señal y pone un poquito de esperanza y luz porque hace que se pueda encontrar la cultura, la música popular argentina con todos sus ritmos y acentos y esa es una felicidad inmensa», destaca el artista transerrano que actuará el viernes 28.
Por su parte, el Chaqueño Palavecino, quien cantará el lunes 24, se pregunta «¿Quién no quiere estar en Cosquín?» e inmediatamente agradece «a quienes se animan a hacer el festival donde los cantores salimos a pregonar lo que tenemos guardado».
En comunicación con Télam, el popular vocalista y compositor nacido hace 62 años bajo el nombre de Oscar Esperanza Palavecino, adelanta lo que será su presentación: «Con los músicos y con el ballet vamos a cantarle algo a Perú y algo a Chile con música y con danza y sin dejar de lado los clásicos queremos hacer un repertorio distinto».
La guitarrista, compositora y cantante Lucía Ceresani, en tanto, apunta: «Es muy especial esta vuelta a Cosquín que incluye la alegría de este reencuentro que nos permite representar al canto surero en ese gran escenario del folclore que permite tanto vincularse con el público como con los amigos de las peñas».
Sobre su actuación, prevista para el martes 25, anticipa que «además de dejar en alto la milonga y el canto surero» va a «estrenar en vivo dos canciones de un disco con muchos invitados» que está grabando: «La chamarrita ‘La culpa’, con letra de Luis Landriscina, uno de los artistas que admiro, y música de Mario Prieto Linares; y ‘Así crecí’, una milonga que hizo especialmente para que yo la cantara el querido Julio Lacarra».
Pero, además, la artista oriunda de Berazategui aprovechará para ofrendar «un pequeño homenaje a Argentino Luna»: «Fue quien me llevó por primera vez a Cosquín hace 21 años y para ello entonaré la zamba que cantamos ambos aquella vez».
Si de aniversarios a evocar se trata, Ariel Báez, integrante de Los Alonsitos, aporta que esta invitación coincide con los 30 años de la Consagración obtenida por el trío correntino que comparte con los hermanos Roselli en Cosquín porque, confiesa, a partir de ella vivimos «un antes y un después» en su carrera.
«Sentimos que sobre todo fue el inicio de una movida dentro del folclore joven de la época que luego consagró a Los Nocheros, Los Tekis, La Sole y el Chaqueño y fueron base de un camino que ya lleva 36 años», repasa Báez en charla con Télam.
En busca de mayores condimentos para esta participación, el acordeonista subraya que «este aniversario de Los Alonsitos coincide con un tiempo muy importante para el chamamé por haber sido declarado patrimonio inmaterial de la humanidad» y revela que en el set que ofrecerá el domingo 30 van «a recordar canciones de todas las épocas y otras nuevas que son fruto de la pandemia como ‘Mi historia perdida» de homenaje a los Hermanos Barrios y la versión chamamecera de ‘Eterno amor’ de Los Manseros Santiagueños».
El cuarteto salteño Ahyre que debutará en el Festival cuando suene en el marco de la luna del martes 25, expresa a través de Sebastián Giménez: «Así como Cosquín estuvo esperando esta reapertura, nosotros tenemos la gran expectativa de encontrarnos con el pueblo que se da cita en ese lugar».
«En un contexto muy extraño y muy especial como el de esta pandemia -complementa Juan José ‘Colo’ Vasconcellos- es muy importante para Ahyre poder tener esta aparición en un escenario tan importante».