La directora gerente del organismo reconoció que el programa firmado con el país tiene un riesgo «excepcionalmente alto» debido a que ya se están sintiendo los efectos de la guerra en Ucrania. El directorio pidió la implementación de «reformas estructurales»
A través de su directora gerente, Kristalina Georgieva, el FMI advirtió este viernes que el programa firmado con Argentina deberá «recalibrarse» tempranamente y que tiene un riesgo «excepcionalmente alto» debido a los efectos de la guerra en Ucrania.
De esta forma, el Fondo reconoció las dificultades para el cumplimiento de las metas establecidas en el programa de Facilidades Extendidas acordado con el país, apenas horas después de su aprobación por parte del directorio del propio organismo.
«Los riesgos para el programa son excepcionalmente altos y los efectos indirectos de la guerra en Ucrania ya se están materializando. En este contexto, la pronta recalibración del programa, incluyendo la identificación y adopción de medidas apropiadas, según sea necesario, será fundamental para lograr los objetivos del programa», expresó Georgieva, según consignó el propio FMI en el mismo comunicado oficial en el que confirmó la aprobación del acuerdo con Argentina.
No solo la titular del Fondo sino también todos los integrantes del board «coincidieron» en este punto: «Los directores coincidieron en que el programa está sujeto a riesgos excepcionalmente altos. Reconocieron la vulnerabilidad de Argentina a los shocks externos y las dificultades de implementación dada la compleja situación social y política».
«Observando que los efectos indirectos de la guerra en Ucrania se están materializando, los directores celebraron el acuerdo de las autoridades de adelantar la primera revisión del programa y las instaron a recalibrar las políticas, según sea necesario, para asegurar los objetivos fiscales y contener los efectos inflacionarios de segunda ronda derivados del aumento de los precios de las materias primas», agregó el FMI en su comunicado oficial.
La guerra en Europa del Este disparó los precios de la energía y de commodities agrícolas como el trigo, lo cual, tal como reconoció el Gobierno con sus últimas medidas, puede contribuir a acelerar la escalada inflacionaria que sufre el país.
El conflicto bélico también complicará el cumplimiento de las metas fiscales, ya que la importación de insumos energéticos impactará en la balanza comercial y aumentará los montos destinados a los subsidios a luz y gas.
«Los directores pidieron que se mejore la estructura del gasto, entre otras cosas reduciendo los costosos y poco específicos subsidios a la energía», expresó sobre este punto el FMI en su comunicado oficial. El objetivo tendrá un difícil cumplimiento.
De hecho, pese a que este programa de Facilidades Extendidas se caracterizó por no requerir una reforma laboral o previsional, el directorio el organismo insistió con la implementación de «reformas estructurales que aborden las vulnerabilidades estructurales de larga data de Argentina».
El FMI reconoció incluso el riesgo en su «reputación» generado por sus programas con Argentina: «Los directores observaron que la elevada exposición a Argentina durante un período prolongado crea importantes riesgos financieros y de reputación para el Fondo».
La situación de Argentina y las metas del acuerdo, según Georgieva
A pesar de ese pronóstico pesimista, Georgieva consideró que el nuevo programa servirá para «fortalecer la estabilidad macroeconómica» frente a los diversos problemas que sufre el país.
«Si bien se está produciendo una recuperación económica y del empleo, Argentina sigue enfrentando desafíos económicos y sociales excepcionales, entre los que se cuentan una renta per cápita deprimida, elevados niveles de pobreza, una inflación persistentemente alta, una pesada carga de la deuda y bajas reservas externas», describió la titular del Fondo Monetario.
«En este contexto, el programa económico de las autoridades establece objetivos pragmáticos y realistas, junto con políticas creíbles para fortalecer la estabilidad macroeconómica y comenzar a abordar los profundos desafíos de Argentina», agregó, al tiempo que destacó que el acuerdo le permitirá al país «mejorar las reservas externas».
En el mismo sentido, Georgieva señaló que «el programa contiene un conjunto de políticas económicas cuidadosamente calibradas». «Una consolidación fiscal sostenida y favorable al crecimiento reforzará la sostenibilidad de la deuda y permitirá eliminar la financiación monetaria del déficit fiscal, lo que ayudará a empezar a abordar la persistente y elevada inflación», añadió.
«Un marco monetario y cambiario mejorado que ofrezca tipos de interés reales positivos y un tipo de cambio real competitivo contribuirá a apoyar la demanda de activos en pesos y a mejorar la cobertura de las reservas. Estas medidas ayudarán a preparar el camino para una eventual relajación, basada en condiciones, de los controles de divisas», destacó.