Vietnam celebró los 45 años del final de la guerra y la reunificación entre el Norte y el Sur pero sin los habituales desfiles militares y actos multitudinarios debido a la pandemia de coronavirus, días después de levantar su cuarentena, una de las más estrictas del mundo, y tras conseguir alentadores resultados: apenas 270 contagios y ningún muerto.
«Por el momento podemos decir que Vietnam repelió la Covid-19», declaró el primer ministro Nguyen Xuan Phuc, aunque pese a esta victoria momentánea, aún se respira prudencia en las ciudades vietnamitas, que amanecieron hoy engalanadas con pancartas conmemorativas y banderas nacionales.
La mitad de los trabajadores del mundo podría perder su empleo por la pandemia, advirtió la OIT
La celebración del fin del conflicto, conocido en el país como «Guerra de Resistencia contra Estados Unidos», evitó los habituales desfiles militares y otros actos multitudinarios por precaución sanitaria.
En la ciudad Ho Chi Minh (la antigua Saigón), los grandes actos multitudinarios de otras ocasiones fueron reemplazados por eventos privados con un máximo de 30 asistentes retransmitidos por Internet, informó la agencia de noticias EFE.
El fin del conflicto, en el que murieron unos 3 millones de vietnamitas y 58.000 soldados estadounidenses, marcó la anexión de Vietnam del Sur, apoyado por Washington hasta 1973, al gobierno del Norte comunista.
El 30 de abril de 1975, celebrado como día de la Reunificación, puso fin a más de dos décadas de enfrentamientos que dejaron un país partido en dos, con decenas de miles de exiliados y heridas que han seguido supurando hasta ahora.
La pandemia mitigó estas diferencias, ya que la población se puso detrás de sus líderes e incluso los grupos disidentes rebajaron el tono de sus críticas para priorizar la lucha contra el coronavirus.
Medidas preventivas y vuelta a la normalidad
El país recobra poco a poco la normalidad estos días: los vuelos nacionales aumentan su frecuencia, los establecimientos de ocio obligados a cerrar desde el inicio de abril están reabriendo, el teletrabajo vuelve a ser minoritario y las escuelas anunciaron un plan de reapertura progresiva en mayo después de tres meses clausuradas.
Desde que comenzó su enérgica lucha contra la Covod-19 a finales de enero, el gobierno usó una retórica bélica en sus discursos, acompañada de la propaganda en las calles y en los medios de comunicación estatales.
Consciente de la precariedad de su sistema sanitario, Vietnam tomó medidas preventivas como la cancelación de las rutas comerciales con China y el cierre de las escuelas desde principios de febrero, cuando el país apenas contaba con una decena de casos.
En lugar de los confinamientos masivos decretados en otros países, el país comunista optó por cuarentenas selectivas en pueblos o vecindarios donde se hubieran detectado focos de contagio.
Esa fue también la estrategia para las pruebas de detección del coronavirus, reservadas a las personas consideradas de riesgo por haber estado en contacto con otros infectados o por venir de otros países antes del cierre de las fronteras a mediados de marzo.
Desde esta semana el gobierno permitió reabrir algunas empresas, sobre todo en Hanoi y en la ciudad Ho Chi Minh, aunque las aglomeraciones de personas continúan prohibidas y se fomenta el uso de mascarillas y el distanciamiento social.
Hasta el momento Vietnam ha realizado 261.004 test, una cifra relativamente baja para un país de 96 millones de habitantes, pero con el mayor número de pruebas por caso positivo del mundo.
Mientras las calles van recuperando su bullicio habitual, las autoridades advierten de que la guerra entra en una nueva fase, la de reactivar la maltrecha economía después de tres meses de actividad reducida.