Ocurrió en la ciudad más rica de Brasil y la más grande de Sudamérica. Mientras tanto, Jair Bolsonaro insiste en apoyar las protestas anticuarentena que organizan sus seguidores.
El desborde sanitario por coronavirus en Brasil, fogoneado por la constante negación del gobierno de Jair Bolsonaro de la pandemia, provocó que en la ciudad San Pablo comenzaran a morir pacientes por falta de camas. “Estamos en colapso”, lamentó al intendente de la ciudad, Bruno Covas.
Se trata del primer fallecimiento por falta de camas de terapia intensiva de la ciudad más rica de Brasil y la más grande de Sudamérica. «Lamentablemente una persona en la ciudad murió por no poder conseguir una cama», dijo Covas. Mientras tanto, Bolsonaro insiste en apoyar las protestas anticuarentena que organizan sus seguidores, en medio del aislamiento social y las medidas restrictivas dictadas por los gobernadores.
De acuerdo a Covas, el sistema de terapia intensiva está ocupado en varias regiones de la ciudad y el porcentaje total es del 88 por ciento, inferior al 91 del estado de San Pablo, que está en la fase de emergencia de la cuarentena.
Si bien la primera muerte por falta de camas ocurrió ayer, la prensa local informó que 88 personas murieron en 24 municipios paulistas por la misma causa. Sobre todo porque las víctimas de la variante P1 del virus, la cepa del Amazonas, precisan estar más tiempo internadas y entubadas en terapia intensiva.
En una entrevista a GloboNews, el intendente admitió la falta de estructura de fiscalización de su propia gestión para decretar el confinamiento total.
En ese marco, anunció que se anticiparán feriados para permitir una reducción de la circulación de personas en esa ciudad que tiene 12 millones de habitantes, 7 millones de automóviles y una región metropolitana que alcanza los 22 millones personas.
San Pablo es la ciudad más afectada por la Covid-19. Por eso, las autoridades suspendieron las clases presenciales hasta el 5 de abril.
Brasil vive la peor crisis sanitaria de su historia con 24 de los 26 estados más el distrito federal de Brasilia en colapso, con más del 80 por ciento promedio de ocupación de camas. El país ya alcanzó un promedio diario semanal de muertes superior a las 2 mil.