14 de Mayo de 1884 – Concluia la demolición de la “Recova Vieja”, edificio, que durante 82 años, dividio la “Plaza del Fuerte” de la “Plaza de la Victoria”.
Esta construcción databa del año 1802 (llamada en ese tiempo “Recova de la carne”) y sirvió como sitio de venta de mercaderías para la provisión de los vecinos de la ciudad.
En 1804, se construyó el gran arco (Arco de los Virreyes) que permitió unir las dos alas de la plaza.
Hacia 1840, mermado el erario público por el bloqueo francés, el gobierno saca a remate la Recova y es adquirida por los hermanos Manuel y Francisco Murrieta en la suma de cuatrocientos mil pesos. Antes de escriturar, en un episodio que se registra confuso, los Murrieta venden la propiedad a Tomás de Anchorena. Luego de la muerte de Anchorena y con el fin del bloqueo anglo-francés, la Recova va dejando de cumplir su función primordial de abasto de carnes, frutas y verduras para pasar a albergar en sus cuartos a tenderos y artesanos. Mas alla de esto, comienzan las quejas de los transehuntes del lugar: …”no se podía pasar por la Recova porque el olor a viandas era insoportable y el tufo a comida que en verano salía de cada tienda de esas, volteaba como un escopetazo”…
En 1883, el entonces intendente de Buenos Aires: Torcuato de Alvear, logra que el edificio, que pertenecía a la familia Anchorena, entre en proceso de expropiación y fue demolida completamente en la fecha mencionada.
Tres días después nacia la “Plaza de Mayo”.
