9 de Julio de 1935 – Nace Mercedes Sosa, en la Ciudad de San Miguel de Tucumán. Considerada la principal cantante popular de Latinoamérica.
Conocida como «La Negra» y «La Voz de América». Se autodefinía como «cantora» y no «cantante», pues «Cantante es el que puede y cantor el que debe» dijera Facundo Cabral.
Haydee Mercedes Sosa es descendiente de diaguitas, su padre era un obrero de la industria azucarera que trabajaba en el Ingenio Guzmán, mientras que su madre trabajaba de lavandera para familias más acomodadas. Originariamente sus padres habían acordado nombrarla Marta Mercedes, pero en el registro civil, su padre lo cambió por Haydeé Mercedes. Pese a ello, su madre, su familia y sus seres cercanos nunca utilizaron el nombre legal y siguieron llamándola Marta.
Ella misma cuenta cómo empezó a cantar un día de Octubre de 1950: Yo andaba por mis 15 años. Mi papá y mi mamá, que eran muy peronistas, aprovecharon un tren gratis a Buenos Aires para celebrar el 17 de Octubre (Día de la Lealtad Peronista), yo quedé cuidada por mis hermanos, más suelta… En la escuela faltó la profesora de canto y la directora me dijo que íbamos a cantar el Himno Nacional y que yo tenía que ponerme adelante y cantar bien fuerte, para que todos me siguieran. Sentí vergüenza, pero canté: ahí debuté. Ese día también faltó la profesora de labores y con mis compañeras fuimos a LV12, donde había un concurso. Mis compañeras me empujaron para que cantara. Por temor a que se enterara mi papá me llamé Gladys Osorio. Canté “Triste estoy”, de Margarita Palacios. Cuando terminé, el dueño de la radio me dijo: “El concurso concluyó y lo ganaste vos”. Y seguí cantando en la radio. Hasta que un día mi papá me descubre y me llama y me dice palabras que escucho ahora: “¿Le parece bonito eso de andar metiéndose en la radio? ¿Eso es lo que hace una señorita criada para ser decente? Gladys Osorio, venga, acérquese… ¿Tengo que felicitarla? Míreme a los ojos ¡Que me mire a los ojos le digo!”.
En 1957 se radica en Mendoza a raíz de su matrimonio con el músico Oscar Matus, con quien tuvo un hijo, Fabián Matus.
En 1962, Mercedes Sosa lanzó su primer álbum: «La voz de la zafra». El disco está integrado por ocho canciones de Matus-Tejada Gómez, este último ocupó un lugar decisivo en el arte de Mercedes.
El álbum anticipaba una línea estético-cultural que sería expresamente formulada al año siguiente con el lanzamiento del Movimiento del Nuevo Cancionero, y que sería sintetizada con el título de su segundo álbum, Canciones con fundamento (1965), segundo disco del sello independiente El Grillo que intentaba consolidar Matus, compuesto, al igual que el primero, sobre la base de las canciones de Matus-Tejada Gómez.
En 1963 desde el Círculo de Periodistas de Mendoza, lanzó el «Movimiento del Nuevo Cancionero», Con Matus, Tejada Gómez y Tito Francia entre otros artistas. Mercedes Sosa guiará toda su vida artística por los principios del Nuevo Cancionero, venciendo a menudo arraigados prejuicios artísticos, culturales e ideológicos. De allí proviene la selección rigurosa de sus canciones para que tuvieran un fundamento y un fuerte vínculo con lo popular, la apertura constante a jóvenes autores y formas musicales, el intenso diálogo con el rock nacional, el tango y el pop, así como la dimensión latinoamericana de su arte.
En 1965 se separó de su matrimonio con Matus y en una situación económica y social muy comprometida, se traslada a Buenos Aires. Pero fue en ese mismo año de 1965, poco antes de cumplir 30 años, que Mercedes Sosa alcanzó la consagración popular de manera impensada. Se desarrollaba la quinta edición del Festival Folklórico de Cosquin, que se había convertido en el centro del boom del folklore en Argentina, cuando el músico Jorge Cafrune, por iniciativa propia y en contra de los deseos de los organizadores, hizo subir al escenario a Mercedes Sosa, de entre el público donde se encontraba, presentándola con las siguientes palabras: «Yo me voy a atrever, porque es un atrevimiento lo que voy a hacer ahora, y me voy a recibir un tirón de orejas por la Comisión, pero que le vamos a hacer, siempre he sido así, galopeador contra el viento. Les voy a ofrecer el canto de una mujer purísima, que no ha tenido oportunidad de darlo y que como les digo, aunque se arme bronca, les voy a dejar con ustedes a una tucumana: Mercedes Sosa».
Marcelo Simón declararía lo siguiente: «Yo estaba en el ’65, cuando subió Mercedes Sosa a este escenario, invitada por Jorge Cafrune. Me acuerdo que Marbiz decía: “¿Quién es esa mina, con esa pinta de sirvienta? ¿Qué hace acá?” Y Mercedes se abrió paso, y encima con Canción del derrumbe indio, que con ingenuidad o no, es un canto sobre la conquista española».
El éxito de Cosquín le significó de inmediato un ofrecimiento del sello PolyGram para grabar un álbum, su tercero, que salió en 1966 con el título de “Yo no canto por cantar”, con el que alcanzó una fama que nunca la abandonaría.