En el marco de un juicio abreviado, la jueza de control de 25 de Mayo, Daniela Johana Martínez, condenó hoy a Luis Alberto Cortez a seis meses de prisión en suspenso como autor del delito de encubrimiento por receptación dolosa, al probarse que se había apoderado ilegítimamente de un arma que poseía “un dibujo grabado de un logo de fuerzas armadas de la provincia de Neuquén”.
El abreviado fue convenido entre la fiscala de esa localidad, Eugenia Paola Bolzan; la defensora oficial Nydia Conde y el propio imputado, un cadete de 19 años, y homologado por Martínez. Además de la pena se le fijó a Cortez –que admitió la autoría del ilícito– el cumplimiento de reglas de conducta por dos años (fijar residencia y someterse al cuidado del Ente de Políticas Socializadoras). El damnificado, al ser informado sobre su alcance, también dio su consentimiento.
Con las pruebas aportadas durante la investigación fiscal preparatoria quedó acreditado que el primer día del año, de una vivienda de la calle Embajador Martini, en 25 de Mayo, sustrajeron “una pistola color gris/cromado/plata, con una empuñadura que poseé el dibujo grabado de un logo de fuerzas armadas de Neuquén y un chivo que había sido faenado”. Cuando allanaron el domicilio del acusado, que está al lado de aquel, secuestraron restos del animal.
Martínez, en los fundamentos del fallo, sostuvo que “debe tenerse en cuenta que las pruebas recabadas resultaron sumamente convincentes” y que ellas “coadyuvaron a lograr un acabado conocimiento de las circunstancias de tiempo, modo y lugar de ocurrencia del hecho, debiendo darse plena credibilidad a cada una”.
Agregó que “sumado a ello, debe tenerse en cuenta que la totalidad de los elementos recabados no dejaron lugar a dudas respecto de la autoría y responsabilidad de Cortez en la comisión del ilícito investigado”.
Cortez, en otro legajo donde fue investigado por robo simple, había sido beneficiado con la suspensión del juicio a prueba por la ausencia de antecedentes penales. Esa salida alternativa al conflicto penal significaba que, durante un año, debía fijar domicilio y mantenerlo actualizado y no cometer nuevos delitos. Por eso, ahora él mismo renunció a esa gracia.
En esa causa fue acusado de robar dos jamones de cerdo, seis matambres de vaca, dos cuchillos, carne congelada, un costillar de novillo y otro de asado de vaca, 20 kilos de grasa de vaca, siete kilos de morcilla, 20 kilos de chorizos secos y una garrafa de 10 kilos. En octubre el propio damnificado había dado su conformidad a esa suspensión de juicio a prueba, incluso sin reparación económica.
