Un emotivo recibimiento tuvo la apodada “La Virgen Malvinera” en la Plazoleta Héroes de Malvinas, en el cruce de la ruta provincial 102 y ruta nacional 35, con la presencia de ex combatientes de Malvinas y el cura párroco Juan Carlos Baigorria.
Esta imagen de la Virgen de Lujan acompañó a los soldados argentinos durante la guerra de las Islas Malvinas, después permaneció 37 años en una catedral británica y finalmente fue repatriada con la intervención del Papa Francisco. En los últimos días estuvo en Realicó y Eduardo Castex; y continuará su recorrido en General Pico y Santa Rosa, donde además disertará el padre Vicente Martines Torrens, quien es veterano de Malvinas y autor del libro “Dios en las trincheras”.
En la Plazoleta Héroes de Malvinas estuvieron los ex combatientes locales Norberto Rabaglio, Hugo Liñeira y Adrián Herrero, quienes estuvieron acompañados por los piquenses Hector Jofre, José Luis Gaitán y Sergio Payero que también son veteranos de guerra; además estuvo el cura local, grupos de niños, vecinos y autoridades municipales.
“Esto es muy emotivo”, destacó el ex combatiente local Norberto Rabaglio, quien estuvo en combate en territorio malvinense durante el conflicto bélico de 1982. “Sabía que estaba la imagen en Malvinas, pero sinceramente no la vi, ni tampoco sabía en qué lugar estaba”, confesó ayer.
En el acto, el dirigente rural castense Raúl Casetta definió a la Virgen de Luján como “símbolo de unión, fe y esperanza”. “Hoy está con nosotros, después de haber permanecido 37 años en una catedral británica”, destacó.
“Aquí –continuó- están con nosotros los hijos de nuestra ciudad, héroes de nuestro pueblo, son el auténtico y vivido testimonio de un pasado funesto, en que padecieron el dolor y la incertidumbre”.
LA HISTORIA DE «LA VIRGEN MALVINERA»
La imagen de la Virgen de Luján fue donada por una familia Benso para que brinde cobijo espiritual a los soldados argentinos durante el conflicto bélico de las Islas Malvinas.
Cuando terminó el conflicto bélico, uno de los capellanes del Ejército Británico trasladó la imagen de la virgen a Inglaterra. Y la entronizaron en la catedral castense de San Miguel y San Jorge en Aldershot. Allí comenzaron a venerarla, a rezarle por la paz y por todos los caídos en la guerra.
Un día, un grupo de laicos argentinos de la Diócesis de Quilmes se enteraron de que la imagen estaba allí, en el Reino Unido. Le solicitaron al obispo castrense de la Argentina, Monseñor Olivera, si se podían realizan las gestiones para recuperar esa imagen de la Virgen de Luján. Luego de varios contactos, se llegó a un acuerdo: se repatrió la imagen de la virgen «malvinera» y se mandó a Inglaterra una réplica.
El 30 de octubre del 2019, ambos obispos (argentino y británico) se encontraron con el Papa Francisco en el Vaticano, y cada uno llevó su imagen de la Virgen. El Sumo Pontífice, que tuvo un destacado rol en las negociaciones, las bendijo.
Una curiosidad: tanto el obispo como el grupo de laicos de Quilmes trataron de encontrar a la familia Benso que había donado la imagen de la virgen ‘malvinera’, y no la encontraron por bastante tiempo. Pero cuando la imagen llegó a la Diócesis de Merlo, en Buenos Aires, ahí se dio con esa familia. Juan Carlos Benso era panadero, y ya falleció. Aún viven su esposa y sus tres hijos. Aquel encuentro fue algo muy conmovedor.