Un importante marco de público participó del acto de repudio al ataque sufrido por la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, que se celebró -esta tarde- en la Plaza San Martín, de Santa Rosa. Durante la concentración de leyó un documento consensuado entre el gobierno provincial y opositores, que contó con el apoyo de dos centenares de instituciones pampeanas.
Las autoridades provinciales, encabezadas por el gobernador Sergio Ziliotto, se ubicaron en las escalinatas de la Universidad Nacional de La Pampa, y se extendió por espacio de dos horas hasta culminar con la entonación del Himno Nacional Argentino.
El mandatario pampeano estuvo acompañado por la totalidad del gabinete provincial; autoridades de Santa Rosa; legisladores y legisladoras nacionales y provinciales, intendentes, intendentas y presidentes de Comisiones de Fomento; los ex gobernadores Rubén Hugo Marín y Oscar Mario Jorge, y miembros del Superior Tribunal de Justicia, entre otros.
Ante los presentes, que llegaron en gran número portando banderas argentinas cubriendo buena parte de la plaza central, la dirigencia política, legislativa y judicial pampeana se alineó para escuchar el documento que fue apoyado por más de dos centenares de adhesiones, y expresa lo siguiente:
DOCUMENTO
«Ante el hecho de inusitada violencia que sufrió la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, pampeanas y pampeanos, sin distinciones de ningún tipo, nos unimos para repudiarlo, defender la paz, la convivencia social y la democracia.
A casi 40 años del regreso de la Democracia, no podemos permitir que nuestra patria vuelva a ser escenario de violencia, terror e incertidumbre. Los que abrazamos el sistema democrático somos responsables de preservarlo de hechos como el de ayer, que solo buscan vulnerarlo.
El dialogo y la convivencia social, política e institucional, son las herramientas para neutralizar prácticas antidemocráticas que pensábamos desterradas de nuestra Nación.
Vivimos un momento en que la Argentina necesita de la unidad de su pueblo y la responsabilidad de toda la dirigencia política, para fortalecer así las instituciones y el sistema democrático.
El intento de magnicidio sufrido por la vicepresidenta de la Nación es un punto de inflexión que exige no solo un enérgico rechazo, sino la acción concreta de reconciliación de argentinas y argentinos.
La paz social es una construcción colectiva y como tal, requiere tolerancia, diálogo y reconciliación. La violencia simbólica, política o institucional ha costado la sangre de muchas argentinas y argentinos y hoy, con la historia a la vista, no podemos permitir que ese manto de oscuridad vuelva a cubrir a la Argentina.
El proceso de paz y reconciliación que nuestro país inició en 1983 nos demanda un compromiso constante en el tiempo para su definitiva consolidación. Argentina necesita de diálogo, confianza recíproca y concertación. Ese es el camino que debemos transitar las y los argentinos para terminar con las crispaciones que derivan en hechos violentos como del que ayer fuimos testigos.
Digamos no a la violencia. Defendamos la paz, las instituciones y la democracia», concluye.