Juan Horacio Kunz, un transportista de 45 años, fue condenado hoy a un año de prisión de ejecución condicional, por ser autor de los delitos de lesiones leves y desobediencia judicial. También le impusieron reglas de conducta durante dos años, entre ellas no fijar domicilio en la localidad donde ocurrieron los hechos ilícitos.
El juez de control de Santa Rosa, Carlos Ordas, al dictar la sentencia, dio por probado que el pasado 14 de diciembre, a las 22, Kunz fue a la casa de su expareja con un palo en la mano. La mujer, que estaba con familiares y un amigo, al escuchar el timbre, observó por la ventana que afuera estaba el imputado.
Ante ello, le pidió que se fuera porque tenía dictada una medida de restricción vigente que había sido dictada el 27 de noviembre, pero Kunz igual intentó ingresar por la ventana y luego por la puerta; donde fue detenido por dos hombres. A raíz de ello se originó un forcejeo y el acusado agredió a uno de ellos con un cuchillo, provocándole lesiones en el abdomen y un brazo.
Algo más de una hora después, a las 23.15, el acusado volvió a agredir con un cuchillo de 20 centímetros –“estilo asado”– a la misma víctima, cuando nuevamente le impidió el ingresa a la casa, ocasionándole otras lesiones cortantes.
El expediente se resolvió por la vía de un juicio abreviado suscripto entre el fiscal Oscar Cazenave, el defensor oficial Pablo De Biasi y el propio Kunz, quien admitió su autoría. El hombre atacado también dio su consentimiento, tras hablar con el juez; y lo mismo ocurrió con la expareja, aunque ella dijo que tiene temor y por eso se le aconsejó solicitar un botón antipánico.
Las partes convinieron que el imputado deberá cumplir las siguientes reglas de conducta durante dos años: fijar domicilio fuera de la localidad donde se produjeron las agresiones –el transportista vive en General Pico–, someterse al contralor del Ente de Políticas Socializadoras, realizar un tratamiento psicológico y abstenerse de entrar en contacto con los damnificados.