El fiscal Leonel Gómez Barbella pidió la “inmediata detención” de otros ocho policías de la Ciudad, entre ellos dos comisarios, en la causa en la que se investiga el homicidio del joven jugador de Barracas Central Lucas González, en la que ya hay tres procesados, y nueve uniformados detenidos. El juez ampliará indagatorias el lunes a seis detenidos por los tormentos aplicados.
El pedido de detención fue acompañado por el abogado querellante que representa a los familiares de las víctimas Gregorio Dalbón, por lo que, en caso de hacerse lugar a la medida, el número de policías de la Ciudad detenidos podría ascender a 17.
En tanto, el juez Martín Del Viso ordenó para el lunes 13 de diciembre la ampliación de las indagatorias de seis de los detenidos por los tormentos físicos y psicológicos contra los menores que resultaron víctimas del accionar policial.
Tras analizar la prueba del caso, el fiscal imputó ahora y pidió la detención de otros uniformados que estuvieron en el lugar o participaron del procedimiento.
A todos los acusa de haber hecho insertar datos falsos en las actuaciones labradas tras el asesinato de Lucas González y la tentativa de homicidio de los tres jóvenes que iban con él. Y además la privación ilegal de la libertad de los chicos, que en un principio fueron detenidos.
Para el fiscal, los nuevos imputados “alteraron los rastros y pruebas del delito” de los tres policías procesados por el homicidio en la Avda. Iriarte a metros de la Avda. Vélez Sarfield, “al arribar inmediatamente e intentar fraguarlo para aparentar que se había tratado de un enfrentamiento, colocando para ello un arma de utilería “plantada” en el interior del rodado Volkswagen, modelo Suran”.
Para los investigadores hubo tormentos físicos y psicológicos.
El fiscal destacó que, al llegar el personal policial al lugar, los policías referían a los adolescentes frases tales como “a estos villeritos, hay que darle un tiro en la cabeza a cada uno. Donde tenes la falopa, donde está el arma con la que mataste a tu amigo”.
Uno de los jóvenes víctima que iba con Lucas precisó: “Me habían dicho que era un hijo de puta, que me tenían que pegar un tiro en la cabeza a mí también y me empezaron a tomar los datos y me preguntan: ‘¿de dónde sos?’. Le digo: ‘soy de Florencio Varela’. Y me dice: ‘ah, sos un villero también, a vos hay que pegarte un tiro de verdad’, me dijo”.
El juez Martín Del Viso ordenó la ampliación de las indagatorias de los detenidos Fabián Alberto Du Santos, Juan Romero, Roberto Inca, Héctor Cuevas, Lorena Miño y Micaela Fariña por los tormentos físicos y psicológicos contra los jóvenes. Para el fiscal algunos participaron en la lesión circular de 1 cm. de diámetro en el dorso de la mano derecha de Lucas muy similar a lo observado en quemaduras de cigarrillo, en momentos en que el joven agonizaba.
Además de los que ya están detenidos, los investigadores imputaron a otros ocho policías que de alguna manera llegaron al lugar y participaron del procedimiento.
“Los policías aquí acusados fueron quienes participaron en este procedimiento fraguado donde se continuó con la línea falaz instalada por Issasi, Nieva y López (los procesados por el homicidio) aparentando como un “tiroteo” entre los niños y los policías y para reforzar ese escenario armado, les plantaron el arma de cotillón dentro del rodado”, indicó el fiscal.
Cuando el juez procesó a los tres policías se destacó que “los adolescentes no contaban con ningún elemento relacionado con un arma de fuego, ni con un elemento contundente que le hubiera permitido al personal policial suponer que podían atentar contra su integridad física”.
Para el fiscal, ello es “demostrativo que son estos policías aquí señalados como aquellos que participaron y tuvieron cabales conocimientos en el invento y fabricación de pruebas en contra de las víctimas de autos”.
Otro dato no menor que apunta el fiscal, es que, gracias al arribo del padre de uno de los jóvenes, fue que lograron que se les liberen las esposas que sujetaban sus manos en las espaldas durante alrededor de dos horas.
En la reconstrucción de los hechos en el tramo de la esquina de las arterias Alvarado y Pedriel de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, dos de los jóvenes que acompañaban a Lucas hicieron saber que “les rogaban a los policías que los custodiaban que les aflojaran las esposas, pero no lo hacían, argumentándoles que no tenían llaves para poder hacerlo”.
Las ampliaciones de indagatoria que se realizarán el lunes no serán presenciales. “En función del significativo aumento de casos de COVID-19 y a fin de preservar la salud del personal del juzgado como de quienes debieran asistir al acto, que los actos serán celebrados a distancia y a través de la aplicación “Zoom””, resolvió el juez.