Un convenio entre el Centro Provincial de Formación Profesional 1, la Escuela de Apoyo a la Inclusión 4 y la Municipalidad de Eduardo Castex permitió poner en funcionamiento un centro de equinoterapia, que además cuenta con burros que permitirá en el futuro realizar la denominada asnoterapia para personas que padecen de Alzheimer.
El director del CPFP 1, Héctor Daniel González, destacó «la fundamental predisposición y apoyo» de la subsecretaria de Educación Técnico Profesional, Gladys del Luján Cruceño, que aceleró la disponibilidad de vacantes para contar con el kinesiólogo Fabio Cuadrelli y el profesor de Educación Física, Hernán Fileni, en el equipo de trabajo.
La directora de Desarrollo Integral de las Personas de la Municipalidad de Eduardo Castex, Jésica Suárez, transmitió que se trata de «un proyecto muy serio y abarcativo porque está pensando para los asistentes al programa Eliminación de Barreras y personas que necesitan de acceder a la equinoterapia».
«Realizaremos terapias personalizadas con planillas firmadas por los médicos, con información para planificar y establecer objetivos. No es solamente ir a andar a caballo, sino que un grupo de personas trabajará con las personas que necesitan realizar equinoterapia», explicó.
El proyecto de equinoterapia comenzó el año pasado con capacitaciones del personal y el adiestramiento de los equipos y asnos. Además, de los organismos educativos y gubernamentales, también cuenta con el apoyo de privados.
«La comerciante Lucrecia Moyano colabora pagando el alquiler de una casilla que usamos como oficina y depósito de elementos y materiales pedagógicos», ejemplificó Suárez.
«Muy ambicioso»
González detalló que la subsecretaria Gladys Cruceño y el director general de Transversalidad de la Educación Inclusiva, Ladio Scheer Becher, ya presenciaron clases y quedaron «muy satisfechos» con el trabajo que se está realizando en el predio ubicado sobre la ruta nacional 35, a pocos kilómetros al sur del ingreso a esta localidad. E indicó que la cartera educativa pampeana cedió las vacantes para contar con un kinesiólogo y un profesor de educación física. Y también está trabajando Pablo Nicoletti en el entrenamiento de los caballos.
«Este es un proyecto muy ambicioso. Contamos con un predio muy preparado que nos otorga como ventaja que los caballos terminan de trabajar y vuelven a su hábitat natural, no pierden su libertad como ocurre en otros centros de equinoterapia donde los animales deben ir a encierro», destacó.
«Esto nos permite que los animales no trabajen estresados y no tengan enfermedades ni de reacciones que provocan el encierro», añadió.
Proyecciones y asistentes
El director del CPFP destacó que el proyecto «involucró mucha gente e instituciones» locales, y ahora se pretende «iluminar el predio para tener actividades nocturnas durante el verano para no interrumpir las terapias de los asistentes».
Se comienza a trabajar con «entre 20 y 25 alumnos. Pero es mucha la gente que necesita esta terapia y es muy interesante para muchas familias, por eso es muy interesante que una escuela educativa pueda prestar este servicio», destacó.
-No sabía que los burros también se pueden utilizar en equinoterapia.
-Los burros cumplen una función muy importante porque reciben a las personas para hacer los primeros trabajos, y después pasan a los caballos para comenzar con la terapia. En realidad, los burros los trajimos porque se nos hablaron de la positividad de la asinoterapia o asnoterapia para personas que sufren Alzheimer, y obviamente que no cura pero permites mejoras (físicas) y brinda calidad de vida. Acá permite que los niños cuando llegan puedan jugar con los burros, aclimatarse, disfrazarlos, interactuar con ellos y después pasan a la equinoterapia. Y realmente esta forma de trabajo está dando muy buenos resultados.